Hay algo en lo que coinciden los dirigentes sindicales convocados por el programa periodístico Primer Plano: la pérdida del poder adquisitivo del salario. Y no se trata sólo de inflación, sino de paritarias trabadas, del aumento considerable de las tarifas de servicios públicos y del costo de vida, con productos en góndola que han tenido subas mucho más elevadas que la de los sueldos. Ahí radica la principal preocupación de los gremios en zona oeste, que no difiere de lo que sucede a nivel nacional, aunque con los matices propios de cada región.
Domingo Bruno (gastronómicos), Sergio Souto (Unión Obrera Metalúrgica) y Carlos Acuña (trabajadores de estaciones de servicio) brindaron su punto de vista sobre la jornada de paro que ayer paralizó las actividades en todo el país. Y le pidieron al Gobierno que modifique el rumbo para evitar que el deterioro en la calidad de vida de los asalariados se profundice. Y hasta sucedió algo que parecía inesperado: un ferviente antikirchnerista reconoció que en la gestión anterior sus representados estaban mucho mejor que en la actualidad.
“Hoy (por ayer) hubo dos situaciones nefastas que demuestran la pobreza del Gobierno nacional. Primero la renuncia que le hace el presidente del Banco Central. Es un despropósito y una muestra clara que hay desgobierno, porque es algo que hace mucho daño. Y el otro tema es el presidente bailando, cargándonos. Es una falta de respeto”, comenzó expresando Bruno.
Carlos Acuña, por su parte, consideró que “el Gobierno nacional es el que debe mostrar el camino”. “Nosotros tenemos ideas, y una como para calmar un poco los ánimos de toda la sociedad sería que el secretario de Trabajo llame y reabra las paritarias para que podamos, entre empresarios y trabajadores, recomponer el salario de este año, que se pulverizó”, agregó.
“Estamos frente a un Gobierno que ha perdido el rumbo y también la conducción”, definió a su turno Sergio Souto. “Las repercusiones de la falta de trabajo, de la pérdida del poder adquisitivo del salario nos preocupan, pero el movimiento obrero siempre estuvo un paso más allá y también tiene preocupación por la educación pública, por la salud, y dimos muestra, a través de una medida de fuerza contundente que es parte del hartazgo”, argumentó.
Cuando Adrián Noriega consultó a Domingo Bruno sobre a propósito de los trabajadores gastronómicos y si hace tres años atrás estaban mejor que en la actualidad, la respuesta fue novedosa. “Sí, por supuesto”, aseguró el dirigente que acaba de ser designado para normalizar las 62 Organizaciones Peronistas, que además fue un reconocido y ferviente opositor al Gobierno kirchnerista de principio a fin. “Había un poder adquisitivo totalmente distinto, eso hay que admitirlo. Año tras año estamos perdiendo, las cuentas están claras”, aceptó.
Acuña también aportó una visión global de lo que es el debate económico en torno a la medida de fuerza. “Se habla de lo que pierde el país cuando hay un paro. Sería bueno también comentar que los trabajadores venimos perdiendo en estos años más de 500 mil millones en poder adquisitivo, que fueron a parar a la timba financiera o al bolsillo de las empresas de servicios públicos”, sentenció.
Para finalizar, Souto mandó un mensaje a la clase política tomando como referencia lo que sucede con las organizaciones sindicales. “El movimiento obrero está dando señales de unidad para proyectar un Gobierno peronista que esté en condiciones de hacerse cargo del país como lo ha hecho a lo largo de toda la historia”, ejemplificó.
