“La comida no puede ser una variable de ajuste”. En un duro comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) cuestionó con dureza la decisión del Gobierno nacional de retirar asistencia alimentaria directa a comedores comunitarios, no sólo de las iglesias de diversos credos sino también aquellos pertenecientes a movimientos populares erigidos “en casa de vecinos que prestaron un lugar”.
“Como obispos, en el trato pastoral con la gente sencilla, hemos aprendido que un plato de comida no se le niega a nadie. Es que, en nuestra patria, nadie debería pasar hambre, ya que es una tierra bendita de pan. Sin embargo hoy a cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien”, indica el texto divulgado en la mañana de este lunes.
“La inflación desde hace años crece día a día y pega fuertemente en el precio de los alimentos. Lo siente claramente la clase media trabajadora, los jubilados y aquellos que no ven crecer sus salarios. También todo el universo de la economía popular, donde prácticamente se trabaja sin derechos”, agregaron, y pusieron como ejemplo a vendedores ambulantes, recicladores, feriantes y pequeños agricultores, entre otros.
“Ante este escenario de trabajo sacrificado y de bajos ingresos, las familias se privan de muchas cosas. Por ejemplo, una mamá puede privarse de tomar un colectivo y camina para ahorrar, pero de ninguna manera puede no darle de comer a sus hijos. Es decir, la comida no puede ser una variable de ajuste”, enfatizaron.
El texto, firmado por el presidente de la CEA, Oscar Ojea; su vicepresidente 1, Marcelo Colombo; el vice 2, Carlos Azpiroz Costa; y por el secretario general de la entidad, Alberto Bochatey, se conoce el día en que el presidente Javier Milei emprende vuelo hacia Israel, para condenar los atentados terroristas que sufrió ese país, y que se completará con un encuentro -el primero entre ambos- con el papa Francisco en el Vaticano.
Y en medio de la decisión política del Ministerio de Capital Humano de no enviar alimentos a comedores pero sí recibir en la cartera a “toda persona que tenga hambre”, según esgrimió la propia funcionaria. Además, cuando las proyecciones económicas tras la devaluación y la liberación de los precios indican que la pobreza ya alcanza al 50% de la población.
“Es necesario anticiparse para que esta situación no profundice la crisis alimentaria. Y para eso se debe facilitar a las personas, las comunidades y al pueblo, aquello que se necesite para ayudar a los más frágiles, especialmente a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Ante una crisis no son suficientes los paradigmas tecnocráticos, sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos, es necesaria la comunidad”, concluyeron desde la CEA:
“Todos los espacios de cuidado que dan de comer, todos los comedores comunitarios, de parroquias, Iglesias evangélicas, y de movimientos populares deben recibir ayuda sin dilación. Ningún sector de los que hoy están actuando, ninguna institución o Iglesia, podría hacerlo solo. La complejidad de la crisis así lo está indicando”, completaron desde la iglesia.
LA RESPUESTA DEL GOBIERNO
El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó hoy que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, no recibirá en la sede de esa cartera a las personas que concentraron allí y que conforman una fila que se extiende por decenas de cuadras para obtener respuestas a sus reclamos de asistencia social y alimentos.
Asimismo, el funcionario coincidió con el planteo de la CEA, aunque dejó en claro la mirada de la administración de Javier Milei. “La comida de los argentinos no está en discusión y por supuesto la comida de los más necesitados, y por supuesto que no es una variable de ajuste. Lo que sí lo es y lo será siempre son los intermediarios que hacen negocios con la pobreza”, precisó en su conferencia habitual.