“Las farmacias no somos formadoras de precios”. Elena Pott, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Morón, Hurlingham e Ituzaingó, lo aseguró en medio de las reiteradas situaciones que atraviesan por estas horas esos comercios, con múltiples jubilados y pensionados que deben retirarse de los locales sin los medicamentos recetados porque la plata no les alcanza.
“El aumento de los medicamentos depende de los laboratorios, que solicitan los aumentos y el Gobierno les permite aplicarlos”, continuó la dirigente farmacéutica, quien también especificó: “nosotros tenemos un precio sugerido y eso es lo que le facturamos a las obras sociales. Incluso con estamos en crisis, con menos unidades vendidas, mucho atraso en los pagos y hasta terminamos asesorando a los abuelos sobre cuáles son los remedios que resulta indispensable que lleven”.
Por su parte Daniel Alvarado, titular de Farmacéuticos sin Fronteras, explicó durante una entrevista con el programa periodístico Primer Plano que la política nacional de medicamentos, como en cualquier país, depende de tres factores clave: el uso racional, la accesibilidad y la calidad. “La Argentina tiene una calidad muy buena, garantizada por el Estado, pero el tema de la accesibilidad, en relación con el precio, hoy está puesta en duda”, describió.
“Otra cosa que no sucede es la consideración del farmacéutico como un efector central del sistema de salud, sino que se coloca por encima factores que tienen que ver con la economía. Hay cobertura medicamentosa que se está dejando de lado y no hay sustituto para eso”, concluyó.