Hay dos detenidos por el crimen de Lucas Ezequiel Fernández (29), el joven que fue emboscado, golpeado y secuestrado en Moreno y cuyo cadáver apareció horas después calcinado y con un balazo en la cabeza en un descampado de General Rodríguez.
Fuentes de la investigación ratificaron a Primer Plano Online cuál es la hipótesis principal del aberrante hecho. “Todo lo colectado hasta el momento indica que los imputados quisieron hacer justicia por mano propia para con Fernández, al que acusaban de distintos robos en el barrio”, indicaron ante la consulta de este medio.
El hallazgo del cuerpo luego de la denuncia por su paradero realizada por la familia de la víctima aceleró la causa, que rápidamente viró a un homicidio por las características que presentaba. Estaba a la vera de la Ruta 6, frente al aeroclub de General Rodríguez, parcialmente calcinado. Por su fisonomía y la ropa que vestía rápidamente se confirmó de quién se trataba.
En el lugar los peritos incautaron una vaina calibre 9 milímetros y la autopsia de rigor determinó que el causal de muerte fue un balazo que provocó orificio de entrada por el parietal derecho y de salida a nivel occipital izquierdo. Su deceso fue instantáneo y luego sus restos prendidos fuego.
A dónde encontraron a los dos sospechosos del crimen del joven carbonizado en Moreno
La investigación estuvo a cargo del fiscal Leandro Ventricelli, de la UFI Nº 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez. Con los primeros testimonios recabados el funcionario supo que no se trató de un intento de robo sino que, por las características de la filmación, era otra cosa lo que había pasado.
Fue entonces que, con la colaboración de testigos directos e indirectos logró identificar a dos de los atacantes, que son los que se observan en el video atacar con un palo a la víctima y obligarlo a subir al auto en el que se lo llevaron cautivo.
Uno de los testimonios que se incorporó al expediente fue el de un vecino del domicilio en el que vivía Fernández, quien narró que vio una camioneta negra estacionada fuera de la finca del muchacho, quien al percatarse de esa presencia “salió corriendo y fue perseguido” por el rodado y sus ocupantes. “Desde hacía varios días lo estaban buscando”, refirió.
La justicia requirió la colaboración de los Ministerios de Seguridad de Nación y de Provincia, y puso a cargo de la pesquisa a personal de la DDI Moreno-General Rodríguez. Además, contó con el aval del Juzgado de Garantías interviniente para escuchas telefónicas de los sospechosos y el rastreo de antenas de sus celulares.
Esa decisión resultó determinante para la causa: es que los dos sindicados como autores del hecho habían escapado y se refugiaron en la provincia de Tucumán, hasta donde llegó una comitiva policial y logró detenerlos. Voceros de la investigación indicaron que se trata de Sebastián Ramírez (35) y Gustavo Carrizo (48).
Ambos enfrentan cargos por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por haberse cometido con violencia y amenazas seguida de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Una cantidad de hechos que podrían derivar en prisión perpetua.
