Dos años se cumplieron de la desaparición de la gestora Rosa Toledo, una vecina de Castelar Sur de la que no se sabe nada y se presume que fue víctima de un femicidio. No hay ningún tipo de rastros de ella y el colectivo de mujeres que acompaña la lucha de su familia exige a la justicia una intervención más rápida. Por ese motivo se reunieron en la Plaza San Martín, de Morón centro, con el objetivo de visibilizar esta causa y alertar a la población de lo sucedido.
“Ella nos necesita, porque las mujeres NO desaparecen. Exigimos JUSTICIA por Rosa Toledo”, fue la consigna de la concentración, que contó con el respaldo de organizaciones barriales de mujeres de Morón y Hurlingham, de dirigentes del gremio docente SUTEBA de ambos distritos, de Mujeres del ex Consejo Municipal y representantes de los actuales Consejos de Mujeres de Morón y Hurlingham. También asistió el concejal de Unidad Ciudadana moronense, Hernán Sabbatella. Durante el encuentro hubo testimonios de personas que conocen a Rosa de encuentros nacionales en defensa de los derechos de las mujeres.
Primer Plano On Line fue el medio que desde el año pasado instaló el tema. Incluso conversó con la mamá de Toledo, Marta Azucena Molina, quien la busca desde entonces de manera incansable junto al hijo de Rosa, un muchacho de 23 años. Se trata de una historia con datos dramáticos, que también desnuda lo que sucede cuando la justicia se desentiende de algunos casos y no avanza si no es que tiene encima los ojos de las propias familias de las víctimas, de los medios de comunicación o de organizaciones que pugnan porque los hechos se esclarezcan.
La historia de esta mujer, cuyo último domicilio fue Piovano 3193, esquina Passadore, de Castelar. Según se desprende de la información que recopiló éste medio, la última persona que vio con vida a Rosa fue su pareja Cristian Víctor Gómez, su pareja de entonces, a quien apuntan ahora las miradas del entorno de la mujer como autor de un femicidio. “Se había enterado que su pareja le era infiel y lo último que supieron fue que pensaba tener una charla con él (por Cristian Gómez) para decirle que sabía que la engañaba y terminar con la relación”, explicaron a Primer Plano On Line allegados a la víctima.
Presentada la denuncia por búsqueda de paradero, el hombre fue convocado por la justicia y declaró que esa noche él mismo la llevó hasta la estación de trenes de Morón a las 2 de la madrugada del día 6 de febrero. “Pero todos sabemos que en ese horario no hay trenes y es por eso que siempre dudamos de esa versión”, señaló a Primer Plano On Line la madre de Rosa.
Hacía 20 años que la mujer y Cristian Gómez tenían una relación sentimental y vivían juntos. Cuando declaró en sede judicial, el hombre dio una explicación que estaba vinculada con que era “habitual” que la mujer desapareciera de la casa por algunos días por “temas de pareja”. En ese entonces la causa quedó en un stand by y no se avanzó con la investigación. Pero la pesquisa, a cargo del fiscal Fernando Capello, se retomó el año pasado luego de la publicación de Primer Plano On Line, aunque sin resultados concretos hasta ahora.
Además, hay un dato que aportaron algunos vecinos a éste medio (que prefirieron no revelar su identidad), que narraron que ese 6 de febrero, en un descampado frente a la vías del tren, Gómez prendió fuego una cama, un colchón y otros objetos (que la familia piensa que eran pertenencias de Rosa) durante la madrugada.
