Discursos de odio, que alientan a que la gente se arme en defensa personal. Imágenes como las ocurridas en Estados Unidos que dan vuelta al mundo y generan el mal llamado efecto contagio. Y la violencia cotidiana, que hace que las personas adultas vivan con miedo y recurran a cualquier cosa para intentar defenderse a sí y a su familia.
Dos casos ocurridos en los últimos días, de los que Primer Plano Online dio cuenta el lunes pasado, pusieron en el eje de la discusión la preocupante situación que la inseguridad siembra en las infancias. ¿Por qué dos alumnos de 14 y 12 años fueron armados a la escuela? Es real que ninguna de las dos pistolas podría haber lastimado a nadie porque no tenían municiones y a una le faltaba el martillo, pero ¿y si estaban cargadas y uno de los adolescentes disparaba sin querer?
“Creo que lo más preocupante es cómo los niños tienen acceso a armas de fuego. Si bien en este caso se dio que fueron dos escuelas, no es la primera vez que pasa. Tuve homicidios entre hermanos por sacar el arma que los padres o los abuelos tenían escondidas”, reflexionó la fiscal Alejandra Piqué en conversación con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow.
En su mirada en perspectiva sobre el fenómeno, la funcionaria también apuntó a la difusión masiva de un caso como la matanza en una escuela de Estados Unidos ocurrida hace dos semanas y a las declaraciones de dirigentes políticos con responsabilidades en la conducción de masas “que hacen declaraciones que no deberían hacer o por lo menos no se deberían reproducir tanto”.
El primero de los hechos que sacudió a dos comunidades educativas ocurrió en la Secundaria Nº 15 de Villa Zapiola cuando un chico de catorce años fue hallado con un arma el pasado viernes 27 de mayo mientras que una semana después, el 3 de junio, el segundo caso se descubrió en la Primaria Nº 22, y del cual fue protagonista un menor de doce años. En ninguno de las dos situaciones hubo amenazas a sus compañeros ni alguna intención de hacer maldades y ambas pistolas no tenían posibilidades de provocar daños porque estaban descargadas.
