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jueves, septiembre 21, 2023
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Día de la Niñez: la fábrica de juguetes que ofrece productos desde 950 pesos

“El juguete es dignidad: para un trabajador que se rompe el lomo todos los días, que no pueda comprarle un regalo a un hijo, a un sobrino, a un nieto o un ahijado es denigrante”, reflexionó el propietario de la empresa familiar que vende con precios acordes a su clientela. Conocé la historia.

“Nuestros clientes son trabajadores. Acá vienen y nos dicen: ‘tengo tres hijos y ocho mil pesos. ¿Qué hago?’ Por eso vendemos acorde al bolsillo de la gente que nos viene a comprar”.

El licenciado en Marketing Juan Ignacio García es el propietario de Turby Toys, una fábrica de juguetes ubicada en Villa Lynch, partido de San Martín, sobre la calle República de Israel 3551. Su empresa familiar es, quizá, el principal recurso de cientos de personas que no quieren dejar de llevar ese regalo tan esperado a casa por el Día de la Niñez, que se celebra el próximo domingo 20 de agosto.

“En el Día del Niño los chicos quieren un juguete, no nos olvidemos de eso. Y el juguete es dignidad: para un trabajador que se rompe el lomo todos los días, no pueda comprarle un regalo a un hijo, a un sobrino, a un nieto o un ahijado es denigrante”, reflexionó el industrial en conversación telefónica con Primer Plano Online.

En el comercio, que tiene venta al público de lunes a viernes de 8 a 17 y que mañana sábado tendrá un horario especial de 8 a 15, se pueden conseguir productos como juego de mesa desde 950 pesos, el Juego de la Oca por 1400 pesos y también los muñecos con personajes de moda. Y hay calidades diversas: por caso, una heladera cuesta 9.000 pesos, pero la misma que viene con la cara de Barbie sale 24 mil. “Es el mismo fabricante, cambia la licencia nada más. Eso depende de cómo cada uno cría a sus hijos y de lo que tenga a su alcance regalarle”, aclara García.

El Día del Niño es el 60% de nuestra facturación anual. Así que esta semana es la semana”, enfatiza en torno a todo lo que ponen en juego. Y aclara: “soy industrial y mayorista y de esta empresa viven más de 40 familias. Esta es la peor temporada que nos tocó desde 2001, incluso peor que la pandemia. Pero yo como fábrica necesito liquidez porque pago sueldos, tengo gastos fijos y demás. No me conviene cerrar o no vender”.

En su interpretación del trato con el público, “la gente viene como si ya estuviera a fin de mes: le recortaron de un viernes a un lunes el 30% de su ingreso, porque todo aumentó en esa proporción”, señala en torno a la devaluación del 20% que se conoció el lunes. “Nosotros no aumentamos nada y la lista mayorista la tengo desde mayo en idénticos precios”, destacó García.

“¿Soy bueno? ¿Me sobrepasa la moralidad? No. Vendemos acorde al bolsillo de la gente que nos viene a comprar. En esta región son casi todos nuestros clientes operarios, gente asalariada, y si a esa gente no le alcanza el dinero yo no puedo aumentar, porque no voy a vender”, completó el juguetero.

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