Hay un nuevo detenido por el crimen del colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino. Se trata de un sujeto apodado ‘Magoo’ que estaba señalado en el expediente como uno de los últimos que condujo el Fiat Siena robado con el que los asesinos del chofer llegaron a interceptar en transporte. Ese coche, horas después del asesinato, apareció incendiado.
Fuentes de la investigación informaron a Primer Plano Online que el sospechoso fue identificado como Edgardo Martín Muñoz (21), quien fue interceptado mientras compraba en un comercio del Shopping de González Catán. Una comitiva especial del Departamento de Homicidios de la Policía bonaerense que lo venía siguiendo desde hace días lo abordó en el establecimiento comercial.
Junto a ‘Magoo’ también fue aprehendido un menor de 15 años, cuyos datos no se pueden publicar por cuestiones legales, que también está sindicado como partícipe del crimen. En su caso quedó a disposición de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 a cargo del fiscal Marcelo Germinario. Fue la jueza de Garantías Mary Mabel Castillo quien firmó las órdenes de detención para ambos sujetos, que tienen antecedentes penales y están involucrados en otros hechos delictivos.
Ahora, el fiscal Carlos Arribas espera por tomarle declaración al acusado, que enfrenta cargos por robo agravado por el uso de arma de fuego y homicidio agravado criminis causae, que podría derivar en una condena a prisión perpetua en caso de ser hallado culpable en juicio. Cabe recordar que en este expediente hay otros tres detenidos, pero no por el crimen del chofer sino por el robo del auto en el que se movilizaron los asesinos: se trata de Rodrigo Pablo Pittito, Mariano Ezequiel Alderete y Miqueas de Jesús Fernández, quienes pidieron un servicio de la aplicación Didi y despojaron del rodado al chofer.
A Barrientos (55), conductor del interno 87 de la línea 620, lo asesinaron de un balazo a quemarropa en la parada de Escribano y Cullén, de Virrey del Pino, a donde subieron dos sujetos armados con fines de robo, ambos con pistolas calibre .40. Allí le quitaron una mochila rosa a una pasajera y el celular a otro viajero para luego, sin mediar palabra, ejecutar al colectivero.
Los malvivientes huyeron corriendo y gatillando varias veces, lo que derivó en la intervención de un efectivo de la Policía de la Ciudad que se trasladaba en el colectivo. En la huida, uno de los asesinos dejó tirada un arma, que forma parte del expediente judicial.