La jefa de calle de la comisaría Este II de Isidro Casanova fue detenida ayer junto a otros dos efectivos policiales de esa dependencia bajo una acusación que estremece de sólo leerla: privación ilegal de la libertad coactiva agravada por pertenecer sus autores a una fuerza de seguridad.
Esa es la información cruda de la noticia que terminó con la orden emanada por el juez de Garantías Nº 2 de La Matanza, Agustín Pablo Gossn, a solicitud del fiscal Luis Alberto Brogna, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Especializada en delitos derivados de la Violencia Familiar y de Género, y Delitos contra la Integridad Sexual Nº 3 de ese Departamento Judicial.
Así, Gabriela Giselle Leira, Cristian Daniel Mosqueda y Carlos Ramón del Valle Guzmán enfrentan cargos por haber sometido a una mujer a la violenta secuencia, que se extendió por más de siete horas. Siempre según la información plasmada en el expediente judicial, todo sucedió entre las 17 del 15 de septiembre pasado y las 0 del día siguiente.
En base a lo detallado a Primer Plano Online por fuentes judiciales, en esa jornada tres sujetos masculinos -uno de ellos aún no identificado- y una femenina, integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, privaron ilegítimamente de su libertad a R.I.I., a quien interceptaron en las inmediaciones de las calles Colonia y Colombia de la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza, cuando la mujer iba a buscar a sus hijos a la escuela.
Allí la hicieron subir al móvil policial “identificado bajo el número 21694”, consta en el expediente, y conducirla a la mencionada comisaría, donde retuvieron a la víctima contra su voluntad “por al menos tres horas, con el fin de obligarla a entregar una suma de cien mil pesos argentinos ($100.000), bajo la intimidación de que, si no hacía lo exigido, es decir, entregar el dinero requerido, quedaría detenida”.
Siempre según la versión judicial de la investigación, la Policía intimidaba a la mujer en base a que “contaban con filmaciones que la involucraban con la venta de drogas”, y que con ese material “le iban a sacar a los hijos”. “Me dijeron que me iban a empapelar por drogas”, fue el relato de la secuestrada ante la Fiscalía.
Después de eso, y siempre en un contexto de cautiverio, trasladaron a la joven al exterior de la dependencia policial, para conducirla a bordo de una camioneta de color gris tipo Partner o Kangoo (eso no se logró establecer aún) a diversos domicilios con el objeto de que la víctima reúna la suma de dinero exigida para quedar fuera de la causa.
Lo insólito del hecho es que le permitieron con su propio teléfono a la víctima realizar las llamadas a familiares y conocidos para juntar el dinero que le exigían. Las antenas de geolocalización impactaron en la dependencia y las comunicaciones quedaron registradas. Luego de ese raid recaudatorio, cerca de la medianoche la víctima fue liberada en inmediaciones de las calles Mocoretá y Cisneros, también de Casanova. En paralelo se investiga si la mujer fue abusada sexualmente.