A raíz de arduas tareas de inteligencia criminal llevadas a cabo por la Policía Federal Argentina para combatir la Mafia China, el personal de la fuerza obtuvo el dato de que un dueño de un supermercado de Ituzaingó estaba siendo extorsionado.
Una vez en contacto con la víctima, los agentes tomaron conocimiento de las negociaciones que la el comerciante estaba llevando con los delincuentes. “Le exigían una suma de dinero para dejarlo trabajar en paz”, informaron fuentes judiciales a Primer Plano Online.
Por ese motivo se montó un operativo encubierto en una estación de servicio, en donde el sujeto debía realizar una entrega vigilada de la plata que le pedían los extorsionadores. Acordaron el punto de encuentro y la hora, y allí se desplegó un procedimiento policial, pero con personal no identificado como tal.
Un equipo de policías encubiertos se ubicó dentro del café del comercio, donde se haría el intercambio, y otros recorrían las inmediaciones del lugar. Al paso de unas horas, un hombre ingresó al local hablando constantemente por teléfono, y le ordenó a la víctima a salir del lugar y recibir el dinero en el exterior.
El comerciante dudó por unos segundos, los suficientes para que el involucrado confirmara sus sospechas. Entonces, el malviviente salió corriendo al auto en el que había llegado y se subió a éste al grito de “hay policías, hay policías”.
El intento de fuga fue frustrado al instante. El personal encubierto en los alrededores de la estación de servicio logró interrumpir el vehículo antes de que se escapara. Dentro de él, tres personas, que resultaron detenidas. Ahora, todos quedaron a disposición de la justicia.