Detuvieron en una vivienda de Hurlingham a Fabio Mateo Larroude Catán (29), el segundo de los dos acusados por el crimen del delivery Jorge López durante el intento de robo de su moto en una plaza de Virrey del Pino el 13 de marzo de 2023.
Durante 14 meses el sujeto se mantuvo prófugo de la justicia y finalmente fue apresado por una comitiva especial de la Policía Federal, delegación Morón. La diligencia fue dispuesta por el fiscal de Homicidios de La Matanza Matías Folino, quien desde que asumió al frente de la causa aceleró el proceso para su esclarecimiento.
Por prepotencia de Verónica, la hermana de la víctima fatal, la causa no quedó inmovilizada en los despachos judiciales. Fue la joven quien se movió y se acercó al barrio a buscar evidencias, a hablar con vecinos y a meterle presión a la Policía para que avance en la búsqueda de los sospechosos.

En conversación con Primer Plano Online, esa mujer recordó que cuando pidió una entrevista en Fiscalía General de La Matanza el funcionario con el que habló le llegó a preguntar si no tenía miedo de estar metiéndose en esos lugares a hablar con gente desconocida. “Me mataron a mi hermano, que era lo que más quería. ¿De qué voy a tener miedo?”, respondió ella.
Así pudo lograr que la causa sea derivada a un fiscal que puso las cosas en su lugar y llevó la pesquisa a buen puerto.
Los dos autores del crimen de Jorge López identificados y ahora detenidos
Los dos sindicados como autores del crimen tienen nombre y apellido. Sus pedidos de captura estaban insertos en el sistema, pero curiosamente nadie los encontraba. O peor: nadie los buscaba.
El primero en caer, casi por casualidad, fue Gabriel Alejandro Alberto (32), alias ‘Cola’, quien terminó detenido en un contexto completamente diferente al asesinato del delivery. Lo arrestaron mientras robaba cables del tendido eléctrico en General Paz y Dellepiane, de Villa Lugano, territorio porteño. Se encuentra con prisión preventiva concedida y a la espera del juicio.
Del segundo sospechoso (Larroude Catán) también se sabían sus datos y hasta había un ofrecimiento de 5 millones de pesos por parte del Ministerio de Seguridad bonaerense para quien aporte información que permita su captura. Efectivamente, el dato clave para su detención llegó mediante el sistema de recompensa.
Ahora los dos esperan el juicio homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego, que prevé una pena en expectativa de perpetua.
El drama familiar detrás de un crimen absurdo
A Jorge López lo balearon en la cabeza el 16 de marzo del año pasado. Estuvo internado en el hospital Simplemente Evita de González Catán y finalmente, el muchacho de 23 años falleció el 6 de mayo. Tenía muerte cerebral y sólo restaba que su corazón deje de latir. El proyectil le atravesó el cráneo: lo ejecutaron dos delincuentes que le quisieron robar la moto y fugaron sin concretar ese delito, sino uno peor.
“Nosotros no sólo tenemos que buscar la justicia, sino que también tenemos que cuidar a nuestros familiares. La lucha es todo el tiempo, todo el día, a toda hora contra el sistema. Yo no me olvido más del llanto de mi mamá el día que Jorge murió. O la primera marcha donde la escuché gritar ‘justicia por mi hijo’”, recordó Verónica.

Si bien ella está agradecida con cerrar esta etapa de su vida y espera el juicio contra los asesinos para poder darle paz a su madre, tal como se comprometió, no deja de tener presente que se tuvo que “parar enfrente de fiscales y desafiarlos para que hagan algo”. “O como cuando iba a la comisaría y me sentaba en una silla y adelante mío había escopetas y otras armas”, rememoró.
Por todas esas circunstancias atravesó en busca de justicia. Y no todo está concluido, más allá de la sentencia que algún día espera escuchar: es lo vinculado al pequeño hijo de su hermano, es decir, su sobrino.
“Todas las psicólogas del Municipio o las que nos brindó asistencia a la víctima, absolutamente todas, ya le dieron el alta. 5 años tiene y lo primero que te dice cuando te ve es a mi papá le pegaron un tiro en la cabeza. Nunca nadie nos ayudó en serio con él”, cerró.