Un interno del Complejo Penitenciario 59 de Merlo fue descubierto mientras intentaba evadirse luego de romper un cerco perimetral y descender desde la altura colgado con sábanas. Cuando se activó el protocolo del penal, el sujeto se escondió en una cuneta de desagüe, con lo cual sufrió un principio de hipotermia y debió ser asistido por los médicos.
Todo sucedió en la madrugada de ayer jueves, minutos antes de las 3, según precisaron fuentes de la investigación. Fue en ese momento en que una agente que oficia como centinela de guardia nocturna de la unidad dio aviso de que uno de los presos alojados allí pretendía darse a la fuga.
“Corre agazapado por el canal de evacuación (cuneta de desagüe) existente a la altura del Pabellón N° 8, emprendiendo su marcha hacía el tejido perimetral y estaba acercándose al muro de contención”, fue la descripción de la oficial que alcanzó a evitar el desenlace.

Con el alerta se activó el protocolo de intervención para estos casos y todo el personal en servicio se puso en guardia para controlar la situación. “Los jefes dieron la voz de alto y dos de los agentes lograron reducirlo”, precisaron los voceros consultados por este medio.
El evadido frustrado fue identificado como José Ezequiel Martínez Ríos, quien portaba sábanas de tela anudadas entre sí de aproximadamente 5 metros de extensión amarradas, en uno de sus extremos, a un motor de ventilador que aclimataba el pabellón en el que estaba alojado.
Una vez controlada la situación por parte del personal penitenciario, el sujeto fue trasladado a la Unidad Sanitaria del complejo, en donde la enfermera del turno lo examinó físicamente y le brindó la asistencia médica que el caso requería. Luego quedó en espera en el sector Admisión hasta tanto se resuelva su situación.
CÓMO FUE EL INTENTO DE FUGA Y A DÓNDE LO DERIVARON
Las fuentes consultadas precisaron a Primer Plano Online que, tras una inspección ocular en todo el recorrido realizado por el recapturado, se pudo constatar que Martínez Ríos, alojado en la celda 13 del pabellón 8, intentó fugar por sistema de ventilación.
Primero rompió una chapa cobertora para saltar a los espacios verdes, luego hizo un hueco en el alambre perimetral que se encuentra sobre la canaleta y luego continuó su carrera hacia el muro. Fue ahí que lo descubrieron.

Se trató de un acto individual, que en principio no contó con complicidad de ningún otro interno. Es que el resto de los alojados en el sector estaban durmiendo cuando llegó la requisa a la celda y no se opusieron a que revisen todas sus pertenencias. Sus compañeros de lugar de detención fueron reubicados en otro espacio común del complejo carcelario.
Una vez controlado el intento de evasión los directivos dieron la orden de realizar un recuento de la población interna y de realizar recorridas por el perímetro del establecimiento. No hubo nada que llamara la atención cuando se realizó la recisión general.
En cuanto al evadido recapturado, luego de la autorización judicial fue trasladado en horas de la tarde al penal de máxima seguridad de Alvear.