Desde principios de este año, Albero Descalzo es uno de los intendentes del peronismo bonaerense que cada vez que toma un micrófono lo hace para denunciar el mal momento económico que atraviesa la ciudadanía en general. En aquel entonces, por las necesidades para comenzar el ciclo lectivo. Ahora, para comer. En el medio, la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, la crisis social y económica y su crítica abierta al modelo de Gobierno de Cambiemos.
De hecho, no son pocas las voces que se suman a su pronóstico y se aventuran a comparar el actual momento con la previa al estallido de 2001. “Es muy triste lo que ocurrió en 2001. Muertes, hambre, encontrarte con la gente en la calle, gente que perdió su trabajo y que se quedó en pampa y la vía. Fue tremendo, y uno no desea que eso vuelva a ocurrir”, reflexionó el jefe comunal de Ituzaingó durante una entrevista con el programa periodístico Primer Plano Recargado.
“Lo que uno ve es que cada vez es más peligroso lo que está ocurriendo, por la falta de trabajo, por los que tienen miedo a quedarse sin trabajo, los que no llegan a fin de mes, los que pelean para pagar la luz, el gas. Vengo de un centro de jubilados y uno me decía que gana 7 mil y monedas y le vino 5 mil pesos de luz”, continuó.
En medio de una situación que fue empeorando a lo largo del año, Ituzaingó acaba de declarar la emergencia social, económica, alimentaria y educativa a pedido del intendente. Se trata de una ordenanza que le permitirá al Ejecutivo local redestinar partidas de un desfasado presupuesto municipal a responder en la urgencia, producto de que se triplicó el pedido de comida de las familias. Entre otras cosas, por ese motivo Descalzo fue promotor de un encuentro entre intendentes y las principales autoridades eclesiásticas del conurbano.
“¿Por qué vamos a ver a los obispos? Porque queremos estar en una mesa y que podamos trabajar juntos en una red social de todos los sectores de la comunidad”, explicó el mandatario. “¿Es cierto que la iglesia les pidió que den un mensaje esperanzador?”, preguntó Adrián Noriega. “Por supuesto, y está bien que sea así”, respondió Descalzo. “Nosotros somos políticos, y nos diferenciamos de este Gobierno porque creemos que todo lo que ha perdido el vecino tenemos que comprometernos a devolvérselo”, ahondó.
Crítico como pocos del modelo económico de Cambiemos tanto a nivel nacional como provincial, Descalzo cuestiona que el Estado se haya retirado de lugares esenciales como la salud y la educación. Pero además asegura que las medidas económicas impactan para mal en la población. E ilustra sus afirmaciones con datos concretos sobre la evolución de la recaudación en su distrito.
“Las tasas se caen en la medida que se cae el trabajo y cierran industrias y comercios. En los últimos tres meses se nos está cayendo una pyme por día en Ituzaingó. Eso tiene que ver con la depresión de la gente, que no puede pagar sus obligaciones. Y nosotros lo tenemos ahí hasta que tenga trabajo y la posibilidad de pagarlas”, sentenció.
Para finalizar, y consultado sobre su futuro personal, Descalzo detalló que “mis planes son lo que estoy haciendo, trabajando por la unidad del peronismo, juntar absolutamente a todos, pensar en la paz social y gobernar hasta que lleguen las elecciones del año que viene”. “Yo no estoy pensando en la campaña del Municipio de Ituzaingó porque creo que, ante tal situación de crisis, es casi vergonzoso que hable de candidaturas”, aclaró.
Aunque, de todas formas, dejó entrever dos nombres que lo seducen como posible cabeza de la oferta electoral del PJ para el año próximo. “No le escapo al debate. Creo que Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora) puede ser un buen candidato, que Verónica (por Magario, jefa comunal de La Matanza) puede también serlo. Pero lo que pretendemos es que se piense en gobernar, no en ganar las elecciones para ver qué hacemos en la próxima. O quiero ser gobernador para luego ser presidente. Esas cosas nos han hecho mal”, concluyó.