Una impactante investigación judicial permitió desbaratar a una banda delictiva que continuaba operando desde la Alcaidía de Merlo, en donde su líder estaba detenido por incendios reiterados a una concesionaria y luego a un taller dedicado a la restauración de autos de alta gama en Morón.
Ahora, el imputado y su cómplice fueron trasladados a otras dependencias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) porque la sospecha es que desde su lugar de detención tramaban extorsionar a famosos.

La denuncia que destapó la olla del entramado cuasi mafioso fue realizada por Norberto Grosso, corredor de TC 2000. Según su presentación, los ataques fueron direccionados a la concesionaria de autos que tiene sobre la avenida Don Bosco al 2500 en Morón. El 7 de febrero pasado le prendieron fuego un Peugeot 307 de su propiedad, que se encontraba estacionado en la puerta del comercio.
Las agresiones se sucedieron. El 23 de abril, un sujeto con una ametralladora abrió fuego contra el comercio y causó daños en cinco vehículos, mientras que el 27 de abril otra vez desde un auto en circulación dispararon contra el negocio provocando daños en el vidriado y en un rodado estacionado en el interior. Por último, un día después, tres sujetos rompieron la garita de seguridad ubicada en la puerta del local y arrojaron una botella con líquido inflamable que no se encendió para provocar el incendio.
Por todos esos ataques, Grosso decidió cerrar transitoriamente su concesionaria y mudar alguno de sus vehículos a un taller ubicado en Saavedra y Arenales, en Morón, dedicado a chapa y pintura de autos clásicos. Pero la semana pasada ese local fue blanco de un atentado de similares características, en donde sufrió daños en las aberturas.
“Todo esto evidentemente es en contra mío, porque subí historias a redes sociales contando a dónde me había mudado”, manifestó Grosso ante la justicia. En rigor, lo que hizo fue llevar un vehículo de la marca Ferrari para restaurar y por eso calcula el vandalismo contra el taller de Dany Carvajal.

LA INVESTIGACIÓN
Por los incendios a la concesionaria de Don Bosco hay un detenido, sindicado como autor intelectual y material de los hechos. Se trata de Juan Manuel Piñeyro, quien fue arrestado en el marco de la investigación encabezada por el fiscal Pablo Masferrer, de la UFI Nº 2 de Morón.
“Esto empezó hace un año y medio. Me empezaron a prender fuego los vehículos y no sabía de dónde venía la mano. Se acercaron vecinos indicándome quién era, vino otra mujer contándome que era su ex y ahí hice la denuncia. Dos veces me balearon el concesionario”, contó esta mañana Grosso en una entrevista con el canal A24.
Luego de su presentación judicial, el funcionario judicial estableció la identidad del acusado y solicitó su detención, cosa que le fue concedida. Pero, curiosamente, las agresiones contra la víctima no cesaron. Eso hizo sospechar a los investigadores, que comenzaron a seguir los vínculos del detenido y posibles conexiones tanto fuera como dentro de su lugar de privación de libertad.
Fue así que el fiscal pidió al Juzgado de Garantías de turno, a cargo del doctor Ricardo Fraga, un allanamiento en la celda que ocupaba Piñeyro en la Alcaidía de Merlo para intentar determinar si tenía que ver con el caso de las nuevas amenazas. Y se descubrió cómo operaba una organización criminal que robaba el wifi del establecimiento carcelario.

En la celda 1 del pabellón 11, en la que estaba alojado el detenido, personal de la Policía Federal secuestró un croquis ilustrativo sobre cómo debían tirar los bidones para provocar el incendio en el taller de Carvajal y tres teléfonos celulares con un aparato que habían armado para tomar la señal de internet de la unidad carcelaria.
A partir del hallazgo, la jueza de Garantías Laura Mariel Pinto ordenó el traslado de Piñeyro a la Unidad 9 de La Plata.
TRES NOMBRES DE PESO Y DATOS DEL FISCAL
Desde su lugar de detención el imputado por los incendios de los que fue víctima Grosso estaba tramando otras extorsiones contra famosos. Entre los sindicados como futuros objetivos están el empresario Juan Nápoli; el financista Elías Piccirillo, recientemente casado con la mediática Jésica Cirio; y el también piloto de TC Manuel Urcera, esposo de la modelo Nicole Newmann.
La justicia espera citar a esas tres figuras públicas para intentar determinar si recibieron algún llamado extorsivo. Y un elemento que también alarmó a los investigadores: entre los papeles incautados en la celda estaba escrito el nombre del fiscal Masferrer, con datos personales suyos.
