“Fue Cristian, amiga. Por favor, ayudáme”. Las últimas palabras de Bárbara Balbuena fueron dirigidas hacia la esposa del mejor amigo de Cristian Sánchez. De la relación entre ellos había nacido el vínculo entre ambas, y de repente esa mujer puede ser la clave para develar un misterio que tiene en vilo a los investigadores.
Por lo pronto, una joven de 30 años y madre de tres hijos, de 12, 11 y 6 años agoniza. Tiene el 85% de su cuerpo quemado, con lesiones gravísimas en órganos vitales y una complejidad en el cuadro que hace que los médicos que la atienden hayan decidido su internación en terapia intensiva bajo coma farmacológico. Los profesionales del Hospital Mercante, de José C. Paz, saben que la posibilidad de sobrevida es muy baja.
Pero Barby, como la llama su mamá, está dando una lucha descarnada para intentar salir adelante. María Ramírez está todavía aturdida por semejante drama. No termina de entender cómo su hija se dejó maltratar de esa forma. Es más: en un diálogo telefónico que mantuvo con Primer Plano Online contó que hacía seis meses no tenía vínculo con ella. “La tenía sometida. No la dejaba usar el celular ni redes sociales. La verdad, no puedo comprender que esté pasando esto”, se sinceró acongojada.
María también contó que la Policía no le tomó declaración, ni ningún funcionario judicial. Recién ayer lunes, cuando se presentó en la Comisaría de la Mujer, la llevaron a dialogar en persona con la fiscal Gloria Reguan, de la UFI Descentralizada Nº 22 de Malvinas Argentinas. Allí pudo brindar su testimonio sobre lo que sabía del caso, y hasta mostró los mensajes que le envío Soledad, la mujer que llevó a su hija al nosocomio luego de las tremendas quemaduras que sufrió.
En esos mensajes, la amiga contó: “Sé que estaban peleando nada más. Cristian llamó y fuimos enseguida, y la encontramos así. Acá nos dijo el se seguridad que Barbi dijo que él la quiso prender fuego. Bueno, ahora ya está, mirá lo que pasó. Está muy quemada, pero consciente. Me pedía ayuda. Vinimos a los pedos”.
Lo concreto es que Bárbara fue rociada con alcohol y luego prendida fuego. Por las heridas que tiene en el cuerpo y cómo quedó la habitación, la Policía Científica considera que es prácticamente imposible que haya sido un acto autoinfligido, como dice en su defensa Sánchez, que todavía no está formalmente imputado. La fiscal del caso espera reunir más evidencia para avanzar en una acusación formal, que no es otra que intento de femicidio.
“Nunca se atrevió a hacerle denuncia”, agregó en su relato María, la mamá de la víctima, quien también explicó que su hija había tenido un aborto espontáneo luego de que su pareja la golpeó salvajemente al enterarse del embarazo. Y que, como consecuencia de esa golpiza, también perdió un ovario y media trompa de Falopio. De hecho estuvo algunos días internada, según se enteró.
El barrio Altos de José C. Paz, continúa conmocionado por este caso. Nadie puede creer que una mamá joven, con toda la vida por delante y tres hijos por criar, haya intentado provocarse semejante daño. La respuesta, una vez más, la tendrá la justicia.