En marzo de 2016, un día después de que la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal oficializara la separación en una improvisada conferencia de prensa, el ahora exintenedente de Morón, Ramiro Tagliaferro, hizo lo propio en el programa de televisión Primer Plano ante la consulta del periodista Adrián Noriega. Por primera vez decidió hablar públicamente de un tema íntimo que por entonces sólo compartía con familiares y su círculo más cercano de amigos. Allí habló de las razones de la ruptura.
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Asegurando que no había posibilidades de volver con la gobernadora, en una nueva edición del programa periodístico de la región oeste, el jefe comunal moronense confirmó a modo de primicia en noviembre de ese mismo año que ya habían iniciado los trámites de divorcio.
Vidal y Taglieferro se conocieron en 1996 estudiando Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina. Dos décadas después se separaron y el tiempo quiso que ambos encararan nuevas relaciones. El primero en rehacer su vida amorosa fue él, quien a fines de 2017 se puso de novio con Carina Vázquez, una empleada de su municipio que se desempeñaba por entonces como coordinadora de la dirección de Tránsito de Morón, distrito al que ingresó en 2012 bajo la gestión del ahora otra vez intendente Lucas Ghi.
Por su parte, María Eugenia Vidal viene siendo noticia desde hace algunas semanas cuando se hizo pública su relación con el periodista deportivo Enrique “Quique” Sacco. La pareja se conoció el sábado 3 de agosto cuando ambos fueron como invitados al programa La noche de Mirtha Legrand, en canal Trece. Ella fue convocada en la antesala de las elecciones PASO, mientras él asistió con motivo de la causa de la muerte de su esposa, la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin, fallecida por mala praxis en febrero de 2018.

El jueves pasado, la pareja partió rumbo a París en un viaje de placer que decidieron no ocultar, sino más bien todo lo contrario. Se detuvieron ante la requisitoria periodística que los esperaba en el aeropuerto de Ezeiza y sin rodeos blanquearon con entusiasmo el romance que viene viento en popa.