El hospital provincial Mariano y Luciano de la Vega de Moreno vivió horas de extrema tensión luego de un corte de luz por una falla en la trifásica que dejó a oscuras y sin servicio eléctrico al edificio en medio del fuerte temporal de ayer. El momento se agravó a raíz de que esa falla impidió también que se ponga en funcionamiento el generador eléctrico que proporcione la energía suficiente para solventar las diferentes tareas que allí se efectúan.
Sin embargo, esa emergencia apenas sirvió para desnudar la grave situación que atraviesa el nosocomio, que se encuentra en un precario estado edilicio y con falencias estructurales delicadas. Incluso, la falta de profesionales médicos aumenta con el correr de los meses: fuentes del nosocomio informaron a Primer Plano Online que, hasta diciembre, habían contabilizado la renuncia de ocho ginecólogos y siete pediatras.
“Se inundó todo y fue un problema para todo Moreno, no sólo para el hospital. Estuvimos casi cinco horas sin luz. Pero lo más grave que nos pasa es la falta de recurso humano. Hicimos un petitorio al Ministerio de Salud de la provincia y la respuesta fue que, por el momento, no iban a haber nuevos nombramientos”, explicó a este medio Guillermo Costa, que es traumatólogo de guardia, instructor de residentes ad honorem, encargado de docencia de la especialidad traumatológica también ad honorem y prosecretario gremial de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA).
Según describió el dirigente gremial, los renunciantes son todos profesionales formados en el hospital público que ahora optaron por ir al ámbito privado, en donde trabajan bajo otras condiciones laborales, principalmente con insumos para atención. Además, perciben mejores salarios.
“Para que se entienda lo delicado de la situación, Pediatría no tiene jefe y en Neonatología hay cinco médicos para atender 3.500 partos en el año. Esos servicios no se cierran porque los mantenemos los profesionales y los enfermeros y enfermeras”, concluyó Costa.