A falta de dos meses para la elección general, el consultor Federico González, que fue el que más cerca estuvo de acercarse al resultado de las primarias, realizó un relevamiento entre 1400 casos efectivos y pudo constatar que la diferencia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se amplió.
La fórmula Fernández-Fernández tiene un piso de intención de voto de 48,7 por ciento, pero con la proyección de indecisos y la exclusión de los votos en blanco alcanza el 53,8 por ciento. En tanto que los candidatos de Juntos por el Cambio -el presidente Macri y el senador Pichetto- tienen 29,8 y 32,9 respectivamente.
Si esos números se confirman en las urnas, el Frente de Todos no sólo obtendría un triunfo en primera vuelta -las reglas de juego marcan que quien obtenga 45 puntos y un voto de ventaja ya se consagra-, sino que quedaría muy cerca de repetir el récord de 54,11 por ciento que Cristina Kirchner marcó en 2011.
Diferente a las fórmulas principales es lo que ocurre con Roberto Lavagna, el tercero en discordia, quien según esta encuesta podría perder hasta tres puntos porcentuales, que migrarían en mayor medida hacia el Frente de Todos y en menor medida al oficialismo. El 15 por ciento de los votantes de Consenso Federal no tiene definido qué hará en el cuarto oscuro. Espert, en tanto, le transferiría el 25 por ciento de sus votos, pero sólo representan algunas décimas. La foto, entonces, sigue muy parecida a la del 11 de agosto.
Otro dato que reveló el trabajo es que el nivel de credibilidad del presidente Mauricio Macri literalmente se pulverizó luego de la semana posterior a las PASO. Es que el 70 por ciento de los consultados respondió “poco” y “nada” a la pregunta vinculada. La ficha técnica de la encuesta marca que tomó 1.400 casos en CABA y el interior del país, mediante un relevamiento que combina entrevistas presenciales y telefónicas. Tiene un nivel de error de 2.7 por ciento y se llevó a cabo entre el 14 y el 16 de agosto.
