Conmoción en Merlo por el crimen de un suboficial del Servicio Penitenciario Federal a quien delincuentes sorprendieron con intenciones de robarle el auto mientras estaba junto a su novia. La víctima recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto.
Fuentes judiciales informaron a Primer Plano Online que el hecho sucedió en la intersección de Pearson (Julián Castro) y San Lorenzo, donde Matías Ezequiel Banegas (30) fue emboscado por los delincuentes que quisieron robarle el Peugeot 208 blanco que conducía.
Vecinos del lugar escucharon por lo menos dos detonaciones y escucharon el estruendo de un vehículo contra un puesto de venta de diarios. De inmediato se comunicaron al 911 y un patrullero llegó al lugar a los pocos minutos.
Los efectivos de la Policía bonaerense notaron que en el rodado, que estaba chocado, tenía sus puertas delanteras abiertas y, en el asiento del conductor, yacía el cuerpo del muchacho, que ya no tenía signos vitales.
Banegas tenía “una herida de arma de fuego en la zona de la cien del lado derecho”, precisó un investigador consultado por Primer Plano Online. Al revisar la documentación descubrieron que se trataba del suboficial subalterno ayudante del Servicio Penitenciario Federal (Legajo 42976), apostado con destino en la cárcel de Devoto y vecino de Merlo.
Junto al auto estaba, en una visible crisis de nervios, la novia del muchacho, de 27 años, quien describió lo sucedido a los investigadores. La chica detalló que una camioneta a la que no alcanzó a distinguir si era una Kangoo o una Partner color gris se les puso adelante, frenó de golpe y de ese vehículo bajaron dos sujetos armados apuntándolos para robarles el auto.
En ese momento, Banegas dio marcha atrás para intentar huir y los delincuentes dispararon dos balazos, de los cuales uno lo mató en el acto por atravesar el cráneo. Después de los tiros, los malvivientes huyeron del lugar sin concretar el robo.
Los investigadores, a cargo del fiscal Nicolás Fillipini, de la UFI Nº 1 de Morón, están abocados al esclarecimiento del hecho con la revisión de cámaras de seguridad municipales y particulares. Hasta el momento no hay detenidos, aunque hay pistas concretas de que los delincuentes estaban en pleno raid delictivo (se sospecha que pueden ser los mismos que le robaron sus pertenencias a un repartidor en Castelar) y que hubo más víctimas -no fatales- en su trayecto.