Una tragedia que conmociona a Merlo: murió un joven trabajador de la empresa Pirelli luego de ser literalmente tragado por una máquina compactadora de caucho. Marcelo Ulariaga había sido empleado hacía cinco meses en la fábrica en el sector de semielaborado.
Si bien la justicia de Morón investiga la mecánica del hecho, lo que este medio pudo saber es que está probado que había deficiencias en las medidas de seguridad del aparato. Lo que no está claro aún, y será motivo de pericias posteriores, es si además hubo algún movimiento incorrecto de parte de la víctima fatal.
“Uno de los rodillos le chupó la ropa que tenía puesta, lo absorbió y le aplastó brazo, tórax y pierna. Sus compañeros escucharon sus gritos pidiendo auxilio y acudieron en su ayuda, pero tuvieron que desarmar la máquina para poder sacarlo. Fue trasladado al hospital, pero a las dos horas murió”, precisó un investigador.
La función de la máquina, como se dijo, era compactar sobrante de caucho para reutilizarlo como rollos más pequeños a modo de material para las bobinas de aspiralado. Con el levantamiento de rastros que realizó hoy la justicia se pudo constatar que el sistema de ases de ingreso al lugar no funcionaba: es que, al atravesarlo cualquier persona, de inmediato el dispositivo se frenaba. Eso no sucedió.
Ese sector de la empresa quedó formalmente clausurado y vallado para evitar que se alteren pruebas en pos de establecer las responsabilidades. Por lo pronto, desde el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) comunicaron su “consternación” por la muerte del joven compañero y avisaron que paran la producción hasta el próximo lunes.
Además, se realizarán medidas de fuerza de dos horas por turno en señal de luto hasta ese día también en las firmas Fate y Bridgestone. La causa es investigada por el fiscal Claudio Oviedo, de la UFI Nº 5 de Morón.