Todo sucedió en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, en Merlo. Allí, en un descampado, un bebé recién nacido fue abandonado dentro de una bolsa de residuos y entre pastizales. El llanto del niño fue escuchado por un vecino, que avisó de inmediato a la Policía. Al llegar al lugar, los efectivos confirmaron que se trataba de un neonato y lo llevaron de urgencia al hospital, donde recibió las primeras atenciones y consiguieron estabilizarlo con la asistencia de un respirador artificial.
Oscar Daniel Ledesma, de 36 años, oyó que desde el baldío situado en Carlos Gardel al 400, entre Cassaux y Enrique Muiño, provenía un llanto de bebé. Luego de avisar al 911 se quedó supervisando el lugar a la espera del patrullero, que arribó con los oficiales Ramón Jesús Ibarra y Daiana Maidana, ambos pertenecientes al Comando Patrulla de Merlo. El cuadro fue estremecedor: el pequeño no tenía placenta pero sí restos de cordón umbilical, que yacía en una bolsa de residuos a su lado.
Sin dudarlo y dando aviso a sus superiores, los uniformados trasladaron al menor al Hospital Héroes de Malvinas de Merlo, donde el personal médico estableció, tras practicarle los primeros auxilios, que era un recién nacido de 36 semanas de gestación y de 2,790 kilogramos, y ordenaron su internación en el área de neonatología.
Ahora, la justicia se encuentra abocada a la búsqueda de la madre de la criatura. Todo está en manos de la fiscal Valeria Courtade, de la Unidad Funcional N° 4, del Departamento Judicial de Morón, que instruye actuaciones por averiguación de ilícito.
