Un militar fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su pareja, a la que asesinó en una vivienda de la calle Pedro Benoit al 2.800 en la localidad de Villa Trujui, en Moreno, y cuyo cadáver descuartizó y guardó en bolsas de residuos. El horrendo episodio sucedió el 19 de noviembre de 2018.
El veredicto fue adoptado por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 del Departamento Judicial Mercedes tras el juicio oral y público al que fue sometido Fernando Irineo González (38), quien era -hasta el momento del crimen- suboficial del Ejército Argentino. Lógicamente, el sujeto fue dado de baja de inmediato de la fuerza.
La víctima del brutal femicidio fue su pareja de varios años, Jésica Hoffman (34), que también era personal del Ejército, destinada en el Batallón 601, donde era la encargada de repartir el pan en todas las unidades. En aquella fatídica jornada, González golpeó a la mujer primero con sus propios puños y luego con un elemento duro, que no logró determinarse en el juicio cuál había sido, lo que le produjo a la joven múltiples fracturas.
Tras ello, el femicida fragmentó el cadáver con una cuchilla e introdujo las partes mutiladas en bolsas de basura dentro de un bolso, con el fin de ocultar el delito. El cuerpo de la víctima fue encontrado días después de su deceso, luego de que su familia se anoticiara de que no se había presentado a su trabajo.
Según la crónica policial de aquel momento, fueron los familiares de Hofman quienes forzaron un ventanal de la casa y, cuando ingresaron, se encontraron un bolso que despedía un fuerte olor nauseabundo, por lo que llamaron a las autoridades que confirmaron el hallazgo del cuerpo de la joven.
Tras las actuaciones de instrucción de la Fiscalía de Moreno se ordenó́ la aprehensión de su esposo como principal sospechoso del homicidio, que se efectivizó en la base militar donde prestaba servicio. Permaneció con prisión preventiva hasta arribar a la instancia del debate oral por el delito que le fuera imputado.
Para los jueces Jorge Pablo Vieiro, Eduardo Losada y Daniel Machain, la imputación sostenida por el fiscal del juicio, Adrián Landini, tuvo todos los fundamentos para llegar a la condena por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ejecutarse por un hombre contra una mujer mediando violencia de género.
“Para mí, ella había tomado la decisión de irse y por eso él la mató”, contó la prima de la víctima, Jennifer, a pocas horas de descubrir el macabro destino de su familiar. “Para mí estaba todo planeado, porque una semana antes él había cambiado la cerradura. No supo cómo sacar el cuerpo de acá porque no le andaba el auto. La puso en un bolsón verde del Ejército, se puso guantes de látex y limpió toda la casa”, agregó.
La joven explicó que la noche del crimen, el hijo que el matrimonio tiene en común, actualmente de doce años, no estaba en el departamento porque se había quedado en la casa de su abuela paterna. En tanto su hermana, de 19, hija de Jésica con una pareja anterior, no estaba en la casa porque no vivía allí.