Punto final para un capítulo oscuro que involucró a personajes ligados a la política y a la iglesia católica. El hijo del exministro menemista Julio Mera Figueroa, Mariano Mera Alba, fue condenado a siete años de prisión por el secuestro de una mujer en Merlo. En este expediente hubo otras condenas similares.
Los jueces Javier de la Fuente, Federico Salvá y Jorge Romeo, del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 27 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dio a conocer el veredicto de un juicio que se desdobló debido a que el imputado permaneció tres años prófugo de la justicia, incluso con recompensa ofrecida por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Por este hecho ya habían sido condenados dos ex exempleados del Municipio de Merlo a cinco años y medio de prisión al considerarlos coautores penalmente responsables de los delitos de privación ilegítima de libertad agravada por haber sido cometida con violencia y amenazas en concurso ideal con el delito de robo. Se trata de Ernesto Ariel Duarte y Osmar Claudio Moyano, mientras que fue absuelto por el beneficio de la duda Juan Omar Schirmo, quien supo desempeñarse como abogado del Concejo Deliberante de ese distrito.
EL CASO
Mera Alba está involucrado en dos causas. Una, presentada por Micaela Rodríguez, empleada municipal en Merlo y militante y referente de Corriente Peronista Descamisados de ese distrito. En noviembre de 2017 lo acusó de violación, golpes, maltratos físicos y psicológicos. Asimismo, está imputado por el secuestro coactivo de Jésica Natalia Rodríguez, testigo de la denuncia de Micaela, quien fue privada de su libertad para que retire la denuncia.
Para el tribunal que juzgó el hecho, en el debate se pudo acreditar que Mera Alba “participó activamente en una serie de eventos que comenzaron a desarrollarse el día 20 de septiembre de 2018, poco después de la 1:00 de la madrugada”. En ese momento, con la ayuda de Ernesto Ariel Duarte y Osmar Claudio Moyano, “secuestraron a Jessica Natalia Rodríguez contra su voluntad” en las inmediaciones de la intersección de la Avenida Almirante Brown y Pilcomayo, de Merlo.
La víctima fue violentamente subida a un automóvil Fiat Stilo y durante el trayecto fue agredida físicamente, le robaron su teléfono celular, su D.N.I., una tarjeta de transporte público SUBE y la suma de quinientos pesos. Mera Alba le informó a Rodríguez que todo estaba planeado y que la llevarían presa a Ezeiza, al igual que a sus compañeras feministas, alegando que “esto era obra de los servicios secretos”, según consta en el fallo.
Posteriormente, los secuestradores llevaron a Rodríguez a un galpón ubicado junto a una parrilla en Ruta 200 y Garat, también en Merlo, “donde la retuvieron, la interrogaron y continuaron golpeándola”. Luego, la transportaron al domicilio merlense de Azcuénaga al 200, en donde la retuvieron cautiva contra su voluntad. Al otro día la acercaron hasta la Fiscalía Nº 8 del Departamento Judicial de Morón “donde la obligaron mediante amenazas a retractarse de la denuncia que había interpuesto contra Mera Alba por abuso sexual y lesiones dolosas leves”.
Debido a ello, la damnificada firmó un formulario en el que afirmó que rectificaba la denuncia y que había sido coaccionada para realizarla. Finalmente, la joven fue encontrada por personal de la División Unidad Operativa Central de la Policía Federal Argentina en el domicilio de Azcuénaga al 200 el día 21 de septiembre alrededor de las 14.
Mera Alba nunca había podido ser juzgado porque eludió la acción de la justicia desde el momento en que fue denunciado. Permaneció prófugo durante más de tres años, hasta que fue hallado en una quinta de la localidad de Francisco Álvarez, en Moreno, el 19 de enero de 2022. Desde entonces está preso y ahora condenado.
En su indagatoria, Mera Alba se defendió: dijo ser “inocente” de las acusaciones en su contra, expresó que se consideraba “un militante de su señor padre, defendiendo con orgullo su apellido y su vocación de servicio”, y que lo acusaban de “falsedades respaldadas por grupos afiliados a una posición política opuesta a sus creencias”. También contó que su llegada al oeste se debió a su relación con el obispo Bargalló, quien dirigía la diócesis de Merlo-Moreno.
“Estamos conformes con el fallo, no con el monto de la pena, que no es ejemplar ni la que corresponde. Pero realmente se cierra un círculo que fue muy difícil, sobre todo para la víctima y los testigos”, reflexionó ante la consulta de Primer Plano Online el abogado Nicolás Rechanik, representante legal de Jésica.
Entre los puntos del veredicto, la justicia dispuso la “prohibición de cualquier tipo de contacto” de Mera Alba con con la damnificada Jessica Rodríguez y sus hijas.