En medio de un clima de mucha tensión, el tribunal en lo criminal número 4 de Morón condenó a 22 años de prisión al profesor Mariano Volta, el docente de educación física acusado del abuso sexual de ocho nenes en total: siete alumnos del Instituto Almirante Brown, el tradicional colegio de Haedo, y uno más del jardín municipal 914 de Morón.
El juicio había comenzado el 7 de noviembre y hoy se conoció la sentencia. Antes de la lectura del veredicto el clima en los tribunales era particularmente tenso. Una treintena de allegados llegaron esta mañana a los tribunales vestidos con remeras blancas e inscripciones en verde en defensa del ahora condenado, lo que generó mucho malestar entre los familiares de las víctimas. Hubo algunos forcejeos e insultos antes del inicio de la audiencia.
Volta fue juzgado por «abuso sexual gravemente ultrajante –en ocho hechos- en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada» por hechos registrados en 2013. Los jueces dictaron sentencia en sintonía con la pena pedida por la fiscalía. La querella, por su parte, pedía 40 años de reclusión.
Según explicó hace instantes el fiscal de la causa, Antonio Ferreras, “en el debate se produjo la toda la prueba a lo largo de seis jornadas muy intensas, donde se escucharon las voces de los papás de las víctimas, de los profesionales de la salud tratantes, y realmente se ha podido de determinar con el grado de certeza que exige el estadío final del proceso que los hechos ocurrieron y que el responsable es el profesor Volta”. El funcionario judicial aceptó estar “sorprendido” por la férrea defensa que hicieron del condenado tanto sus familiares como allegados y alumnos de otros establecimientos. “Es llamativo, pero creo que hay una explicación: este tipo de delitos de perversión se cometen a escondidas. La prueba es contundente”, afirmó.
De los ocho casos que llegaron a juicio, seis corresponden al Instituto Almirante Brown. Eran tocamientos, manoseos y otro tipo de abusos que los niños repetían en sus conductas cotidianas. Ese fue el puntapié inicial de la denuncia y posterior investigación. Según reveló Carlos Bogado, el abogado de las familias de los niños y niñas abusados, «en el debate quedó claro lo que dijo uno de los especialistas intervinientes: «daño que provocó a los chicos es el equivalente a un disparo en la cabeza».
Los defensores del profesor reclamaron a gritos contra la sentencia. Descalificaron la denuncia, criticaron el trabajo de los jueces y la falta de cámara Gesell en el proceso.