Tres hermanos fueron condenados a 15 años de prisión por el asesinato a golpes del albañil Hugo Daniel Villalba Peralta (29), ocurrido el 7 de febrero de 2021 sobre la calle Carrasco al 1500, una toma existente entre las calles Necochea y Juan Enrique Rodó del barrio La Teja de Pontevedra, en Merlo.
Se trata de los Galván, Alfredo Alejandro, alias ‘Harry’; Eduardo César, conocido como ‘Budy’; y Maximiliano Gastón, cuyo apodo es ‘Coto’, a quienes el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Morón, integrado por los jueces Osvaldo Cedarri, Humberto González y Claudio Chaminade, les impuso el monto de la pena a cumplir.
Para los magistrados, los hermanos fueron autores del delito de homicidio simple (que tiene una escala penal de 8 a 25 años de prisión), con el agravante de haber actuado durante la nocturnidad (luego de cometer el hecho al amparo de la noche se los vio salir del barrio para permanecer prófugos durante un año y medio), la extensión del daño causado, particularmente en lo que hace al vínculo del joven asesinado con su pequeño hijo, actualmente de seis años, y por haberse aprovechado del estado de indefensión en el que se encontraba Villalba Peralta debido a la superioridad de los agresores.
Los motivos del brutal ataque no pudieron establecerse en el debate pero sí la autoría. Según reveló la autopsia, el muchacho presentaba “múltiples traumatismos en el cráneo”, “hundimiento de nariz” y hasta del “hueso esfenoides”, con pérdida de masa encefálica. En su alegato, la abogada Rosana Mattarollo, representante legal de la mamá de la víctima, había pedido prisión perpetua para los Galván. Por ese motivo la letrada le anticipó a Primer Plano Online que apelará el fallo.
“Yo no quedé conforme con la condena. Para mí se merecían perpetua. Sé que a mí hijo no lo voy a recuperar, pero fui mamá y papá de él y voy a luchar hasta el final para que paguen por lo que hicieron”, se sinceró ante la consulta de este medio Marina Peralta Núñez, mamá el albañil que murió por los golpes que recibió. Además de insistir con la apelación, espera la decisión que tome el fiscal del juicio, Hernán Alarcón.
PEDIDO DE DISCULPAS
“Pedimos perdón. No era la intención matarlo”, fue lo único que manifestaron los Galván tanto en la etapa de instrucción, en la que se negaron a declarar, como en el debate, donde no hicieron uso de la palabra salvo en el final, cuando ya se había ventilado toda la prueba y testimoniales.
Sólo se dirigieron tanto a los jueces como a la mamá de la víctima cuando fueron invitados a pronunciar alguna manifestación antes de que se conozca el veredicto. Incluso Maximiliano Gastón, de quien su abogado pidió la absolución, afirmó “soy inocente” cuando le dieron la posibilidad de expresarse.
Los hermanos permanecieron prófugos hasta el 6 de junio de 2022, cuando la investigación llevada a cabo por el fiscal Matías Rappazzo, de la UFI Nº 7 de Morón, y del secretario de esa Fiscalía, Leandro Tommasone, habilitó que personal de la DDI de ese distrito concretara las detenciones tras el seguimiento encubierto a otro de los Galván, que les iba a llevar comida.
Se habían refugiado en una vivienda de la calle Catrilo al 4.500, entre Cavassa y Magdalenta, de la localidad de Caseros, en Tres de Febrero. Se escondían en el fondo de una vivienda de un largo pasillo, hasta donde diariamente un familiar les llevara alimentos y enseres para que permanecieran evadiendo la acción de la justicia.
