El sangriento episodio que narró ayer por la mañana Primer Plano Online en exclusiva, que terminó con un precoz motochorro de 16 años muerto por un balazo policial tras robar una moto en el Camino del Buen Ayre y la reducción de su cómplice, tiene un nuevo capítulo.
Es que la justicia determinó que el acompañante del ladrón fallecido no tiene 15 años, tal como señaló en un primer momento con documentación respaldatoria, sino 16, por lo que es imputable para la Ley Penal Juvenil.
Inicialmente, por la rapidez que tienen los trámites vinculados con menores (doce horas de plazo máximo para decidir qué hacer), la jueza de Garantías del Joven Nº 2 de Morón, Cecilia Gabriela Drago, había dictado lo que se conoce como medida de seguridad, que es el alojamiento en un instituto de minoridad para las y los adolescentes de menos de 16 años involucrados en hechos delictivos considerados graves.
Pero al confirmarse su verdadera identidad, a pedido del fiscal Guillermo Rodríguez Rey, la magistrada modificó su disposición y dictó la prisión preventiva del motochorro. Si bien permanece en un establecimiento para jóvenes en conflicto con la ley, al ser imputable por edad debe enfrentar el trámite judicial en su contra. Según pudo saber Primer Plano Online, en el marco de la causa por homicidio en ocasión de robo, el malviviente se negó a declarar.
El hecho ocurrió el domingo por la noche cuando los asaltantes, que circulaban en una moto robada en San Martín, interceptaron a una pareja y le robaron un rodado similar, marca Duke 200. Un efectivo policial que terminaba de hacer horas adicionales y que justo pasaba por el lugar observó la escena, los siguió y en el rulo de Camino del Buen Ayre y Acceso Oeste, en Ituzaingó, chocó a uno de ellos para evitar que escapen.
“Ante la resistencia de uno de ellos el agente disparó y la bala perforó el casco, ingresó por la sien y el malviviente murió en el acto. El otro pretendió escapar, pero fue aprehendido a los pocos metros”, consignaron voceros de la pesquisa. El fallecido fue Facundo Cassini (16), a quien le incautaron una pistola semi automática Bersa Thunder sobre su cintura, con cargador colocado y siete cartuchos más uno en la recámara.
La justicia dispuso que sea Gendarmería Nacional quien realice las pericias de rigor y no adoptó ningún temperamento con el efectivo policial que intervino en la persecución y el tiroteo. Sí ordenó el secuestro de su arma reglamentaria.