El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, finalmente se sentó en el banquillo de los acusados. Hoy comenzó formalmente el juicio en su contra por defraudación agravada en perjuicio de la administración pública, en el marco de una causa que se inició allá por 2007, cuando el jefe comunal merlense era director provincial de Casinos de la zona I en el gobierno de Felipe Solá.
El alcalde estuvo presente para la apertura del debate, como es su obligación en tanto imputado, y se retiró antes de que comience la producción de la prueba en el debate, tal como el derecho le asiste. El motivo que esgrimió fueron compromisos de gestión impostergables. Antes de autorizar el retiro, el juez Luis Rodríguez le informó que, en la última jornada que será entre jueves y viernes de la semana en curso, según cómo evolucione el juicio, deberá también estar presente para escuchar los alegatos.
En primer lugar declaró el particular damnificado, un exempleado del Casino de Mar del Plata, quien narró cómo se enteró del faltante del dinero y por qué había realizado la denuncia. Se trata de Enrique Kohnen, quien fue cesanteado a poco de iniciarse el Gobierno de Daniel Scioli a finales de 2007 por haber descubierto la situación. Pese a haber sido echado, una auditoría posterior acreditó la existencia del dinero faltante.
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También atestiguó ante el juez el tesorero del Casino de aquel entonces, Roberto Armando Miño, quien se encuentra actualmente jubilado, y el responsable de haberlo sucedido en el cargo, de apellido Monti. Por último, brindó su testimonio un integrante del sindicato de Maestranza, Roberto Páez.
Los cuatro testigos fueron detallando cómo se gastaba el dinero, cómo se registraban ingresos y egresos, y el fiscal Fernando Berlingeri les fue preguntando alrededor del movimiento de aquella jornada para ver si se podía encontrar la diferencia en el monto faltante. En esta audiencia quedó expuesto como “extraño” y “fuera de lo común” la transferencia de un casino al otro.
Todavía no se sabe si Menéndez va a declarar. Es una decisión del imputado hacerlo o no, y lo más probable es que decida no hablar. El otro acusado en la causa es Daniel De Luca, en aquellos años jefe de Administración del Casino Central de Mar del Plata, y quien también se retiró luego de escuchar a los dos primeros testigos.
