Comenzó en el Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Morón el juicio por el caso del boliche Roca Bruja, ubicado en colectora Norte de Acceso Oeste, entre Charrúas y Franklin, de Hurlingham, en el que Santiago Martínez le rompió una copa de vidrio en la cara a Nicolás García y le provocó lesiones graves durante la madrugada del 12 de noviembre de 2022.
Como es costumbre, Primer Plano Online fue el único medio que cubrió completa la jornada, cuyo inicio estuvo a cargo del fiscal del debate, Pablo Galarza, quien tomó la palabra para dar a conocer la hipótesis del expediente. Según describió, lo que sucedió aquella jornada fue una tentativa de homicidio agravada por haber sido cometido con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que el autor mantuvo una relación de pareja. Coincidió en el enfoque con la fiscal que investigó el caso, Valeria Courtade.
Es decir, el agresor atacó a la víctima para dañar a una chica que estaba conversando con él y que con la que había mantenido un noviazgo previo. En esa calificación coincidió el abogado Gastón Marano, quien representa a la familia García. En tanto, el letrado Fernando Arias Caamaño, defensor de Martínez, pidió que su cliente sea juzgado por el delito de lesiones provocadas en un contexto de emoción violenta o, subsidiariamente, por lesiones graves.
En rigor son dos los hechos que se juzgan. El primero fue esa misma jornada y en el interior del local de esparcimiento nocturno cuando ‘Chanchi’ Martínez le apagó un cigarrillo en el brazo a otra joven que estaba en el boliche también a modo de mensaje también para su exnovia. Después de eso ocurrió el ataque contra Nicolás, al que le provocó lesiones que todavía sufre en su organismo.
La completa declaración de Nicolás García, interrumpida por el llanto
El tribunal, cuyo presidente es el juez Federico Topino acompañado por Diego Bonanno y Mariela Moralejo Rivera, convocó a Santiago Martínez, el imputado, a prestar declaración. ‘Chanchi’ se sentó en el banquillo pero no declaró, simplemente brindó sus datos. Después de concluido ese trámite se paró y volvió a su lugar. Un dato importante: dar su versión ante el jurado puede hacerlo en cualquier momento.
Luego tuvo lugar el testimonio de Nicolás García, que hoy tiene 22 años y al momento del hecho tenía 20. Fue un testimonio muy detallado, que arrancó con el encuentro previo que tuvo con amigos y amigas en una casa particular para luego dirigirse al boliche. De ese grupo formaba parte Valentín Gómez, el jugador de Vélez Sarfield.
Cuando llegaron a Roca Bruja se ubicaron en un sector vip en formato de boxes y todo transcurría con normalidad. En un momento observó que ‘Chanchi’ Martínez, a quien él conocía de vista por contar con amistades en común, se acercó al lugar en el que estaba. Notó, en esas circunstancias, que su agresor fijó la mirada en Mía Pinto, su ex novia. A los pocos minutos, un amigo de Nicolás, llamado Santiago Laje, se le acercó para darle un mensaje intimidatorio de Martínez.
“Está hablando con mi ex. Decile que se aleje de ella”, fueron las palabras que le manifestó el intermediario. Nicolás le prestó atención, se mostró sorprendido por ese comentario pero igual se corrió unos metros para evitar inconvenientes. Sin embargo, fue la propia Mía quien volvió a acercarse a él en busca de continuar la charla que mantenían. Ahí fue que sintió que le tocaron el hombro izquierdo y, al darse vuelta, el impacto en la cara similar al de una puñalada. Después golpes de puño tipo trompadas.
Cuando recibió la agresión, Nicolás cayó sobre una de las amigas que formaba parte del grupo que, como efecto cascada, golpeó con su cabeza involuntariamente a otra de las chicas que estaba en el sector, y le provocó una fractura en el tabique nasal. Mientras el muchacho se desangraba recordó ante el tribunal: “sentí que me moría, veía poco y el cachete estaba colgando”.
Nicolás García: “estoy seguro que Santiago Martínez me quiso matar”
La víctima recordó que, en ese momento, fue asistido por uno de los patovicas del local, lo trasladó a la enfermería y, automáticamente, lo trasladaron al hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía. En total recibió 300 puntos de sutura para reconstruir las lesiones que padeció.
“Estoy seguro que Santiago Martínez me quiso matar. Todo mi sufrimiento fue por una chica. Me atacó a traición: él veía a Mía como si fuese su dueño, como un trofeo”, fueron algunas de sus frases a lo largo del relato, varias veces interrumpido por el llanto por las sensaciones que lo embargaron. También narró lo que los médicos de ese nosocomio le manifestaron a su papá y a su mamá y el dramatismo de ese instante.
Es que luego de los estudios de rigor, los profesionales que lo asistieron y le reconstruyeron la cara determinaron que su ojo estaba seriamente dañado y le pidieron a la familia que lo traslade “al mejor lugar oftalmológico que conozcan”. A Nicolás le dieron 27 puntos de sutura en el globo ocular y hoy todavía sufre de miopía, astigmatismo y no logra ver bien de ese ojo dañado por el ataque.
También se mostró “dolido” porque su agresor “nunca mostró arrepentimiento” por lo que hizo y “jamás tuvimos como familia un pedido de disculpas de su parte”.
Mía Pinto, la destinataria del ataque de Santiago Martínez a Nicolás García
Mía Pinto, la mujer en cuestión, además de haber sido novia de ‘Chanchi’ Martínez trabajaba para el boliche Roca Bruja como relacionista pública al igual que otras amigas que formaban parte del grupo. Posterior al ataque, y con el paso del tiempo, ya con prisión domiciliaria e impedimento de contacto con todo el grupo en cuestión, el acusado siguió “toxiqueando” a la chica. Incluso Nicolás mantuvo después de todo el incidente una relación con la joven, que se cortó porque ella seguía viendo al agresor.
Así lo contó el propio García, quien también reveló que anterior a la agresión contra él otro joven había sido destinatario de un ataque de parte de Martínez también por celos hacia Mía. Algunas de las chicas que formaban parte del grupo esa noche también pasaron por el banquillo también para dar su testimonio.
Una de ellas fue Sofía Monteverde, amiga de Mía, quien ratificó que unos días antes del episodio en Roca Bruja se juntaron en la casa de Pinto y realizaron un posteo en la red social Instagram. A los pocos minutos llegó al lugar ‘Chanchi’ Martínez y agredió a Ramiro Sorrochen “por celos”. Esa chica también trabajaba como relacionista pública en el boliche, aunque aquella velada del incidente no vio lo ocurrido porque ya se había retirado. Desde entonces la nota “muy compungida” a Mía.
Otra amiga de Mía, Mercedes Paoltroni, fue la primera víctima de la noche de furia de Martínez. Fue a quien ‘Chanchi’ le apagó el cigarrillo en el brazo. “Es un imbécil”, le contó a Sofía después del ataque que padeció. “Lo hizo por mi relación con Mía”, remató la víctima. Es decir, fue el segundo acto de violencia que el imputado cometió hacia una persona esa noche con la intención de dañar a su ex novia. Y, al igual que pasó con Nicolás, “jamás me pidió disculpas”, contó Mercedes ante el tribunal.
Mía, la revictimización y el desgarrador testimonio de la mamá de Nicolás
Al momento de comenzar el debate, Mía Pinto estaba fuera del país, por lo cual no se presentó a la audiencia. No obstante, la Fiscalía solicitó, luego de apreciar exámenes psiquiátricos realizados en la instrucción, que sea eximida de prestar su testimonio por considerar que está “afectada psicológicamente” y con trastornos de salud, por lo cual sería revictimizarla hacerla declarar. El planteo fue aceptado por el tribunal y su testimonio en la causa quedó incorporado al juicio.
En la primera audiencia del juicio también se escuchó el relato de Marcela Vozza, mamá de Nicolás. Fue verdaderamente desgarrador el testimonio de una madre sumida en el dolor. “Nico siempre fue un León y ver a un hijo tirado en la cama, con pocas ganas de vivir, es durísimo”, se sinceró la mujer, quien también manifestó que “desde ese día mi familia vive un calvario”. Fue uno de los momentos más duros de la jornada, que conmovió a todos los presentes en la sala, inclusive al tribunal.
Otra de las testigos aportadas en este caso por la Fiscalía fue una trabajadora social que se entrevistó con Mía para establecer el tipo de relación que mantenía con ‘Chanchi’ Martínez, el imputado. La profesional, que cuenta con una vasta experiencia en el campo laboral, confirmó que existía “violencia de género simbólica y psicológica” sobre la chica “por los rasgos de celos y de inseguridad” que ejercía el agresor sobre la chica.
Santiago Laje, el amigo que le acercó a Nicolás el mensaje de Martínez, confirmó los dichos del chico sobre la intimidación que le hizo saber el acusado para que la víctima se aleje de su exnovia. Ratificó cómo fue el momento de la agresión y que lo siguió hasta la puerta para evitar que escape, aunque logró subirse a un auto de alta gama y huir.
Personal de seguridad de Roca Bruja: “si no lo agarraba lo mataba”
Para finalizar la primera audiencia del juicio, que se extendió por más de 8 horas, declaró personal de seguridad del boliche Roca Bruja. Uno de los trabajadores ratificó cómo fue la agresión, confirmó que se le tiró encima para frenarlo y manifestó: “si no lo agarraba lo mataba”.
También expuso Marcelo Ferré, ex jefe de seguridad del local de esparcimiento nocturno. Si bien aclaró que no presenció la agresión por estar en otro lugar, sí contó que observó gente abrirse y caminar hacia él a un joven con su rostro ensangrentado. Lo tomó, lo trasladó a la enfermería y recordó: “el cachete se le caía como un churrasco”.
Después lo llevó en su camioneta al hospital y les contó a los jueces sentirse todavía “culposo” por haber entrado en crisis en el instante en que vio al chico en esa condición, porque incluso a Nicolás lo conocía de niño por haber trabajado con un tío suyo en la construcción. Y graficó el impacto que tuvo en el local ese hecho: a la semana, cambiaron el protocolo interno y la vajilla dejó de ser de vidrio para pasar a ser de plástico.
El juicio recién comenzó: faltan más audiencias que Primer Plano también cubrirá para informar a sus lectores sobre el devenir del caso.