El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Gerardo Martínez, disertó ante la cúpula empresaria más importante del país en el Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, y llamó a discutir “un nuevo contrato social mundial” que contemple, entre otras cosas, la reducción de la jornada laboral.
En una entrevista con el periodista Matías Bonelli para el sitio El Cronista, el líder sindical planteó: “yo creo que en algún momento lo vamos a tener que discutir, pero para discutir estos temas tenemos que tener otro contexto del momento político, por fuera del proceso electoral”.
“Una vez que he superado este trance de lo que significa el desarrollo de una campaña lo merecemos discutir seriamente, con gran responsabilidad, porque es un tema complejo, sensible, y por lo tanto el sector empresario puede tener una opinión, nosotros podemos tener otra. Tendremos análisis sociológicos, porque indudablemente hacen al aspecto de los cambios que se generan ante lo que significó en su momento el contrato social”, reflexionó Martínez.
Y profundizó su análisis. “En algún momento hubo un contrato social mundial que estableció las ocho horas de trabajo. Hoy tenemos que discutir un nuevo contrato social mundial. Seguramente dentro de esa fórmula polinómica la cantidad de horas juega un valor que hay que resolver, modificar, rediseñar. Por eso me parece como que, como decía Napoleón, decime despacio que estoy apurado”, consideró.
EL FUTURO TRAS LA ELECCIÓN
Martínez indicó también que quien gane los comicios del próximo 22 de octubre o eventualmente el balotaje del 19 de noviembre “tiene que garantizar las 3G: gobierno, gobernanza y gobernabilidad”. Se sabe que la UOCRA manifestó abiertamente su respaldo a la figura del ministro de Economía, Sergio Massa, con quien coincide en que debe haber “un gobierno de unidad nacional”.
“No hay margen para provocar un salto al vacío, porque estamos cerca de la cascada de alto porte que es la Garganta del Diablo. Entonces tenemos que pensar bien, por un lado, cómo contenemos la bronca interna que tenemos y, por el otro, cómo analizamos con cierta perspectiva un trazado de sustentabilidad en el mediano y el largo plazo”, agregó el dirigente de la construcción.
Martínez conduce uno de los gremios en el que la norma es el trabajo golondrina, y que rápidamente se activa o detiene de acuerdo al rumbo económico macro. Por eso, si bien reconoce los índices de inflación que vive el país, que “son inéditos”, asegura que “en la construcción tenemos casi 500 mil trabajadores y trabajadoras, y si sumamos técnicos, profesionales, calculadores, proyectistas, llegamos a casi 600 mil”.
“Hay gente traspasando sus ahorros al metro cuadrado, todo eso es positivo. Por lo tanto, en serio, pongámonos las pilas de resolver el problema macroeconómico. Y yo digo que el problema de Argentina no es económico, es político”, completó.