El Municipio de Morón llevó adelante varios operativos de inspección en distintos comercios que se dedican a la compra-venta de metales, cobre, aluminio, baterías y motores de autos, entre otros artículos. Cómo resultado de la inspección, se clausuraron negocios que no contaban con la habilitación municipal correspondiente.
Las inspecciones se realizaron en un trabajo articulado entre la Dirección de Inspección General y la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal, con respaldo de personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Según se informó oficialmente, estos procedimientos apuntan a prevenir posibles delitos como el robo de medidores de gas y agua, bronce y otros metales. En rigor, a cortar el circuito de comercialización ilegal.

Según pudo saber Primer Plano Online, los locales inspeccionados están ubicados en las calles Los Dabove al 2400; Callao al 2400 y al 2500; y Córdoba al 1100. En todos los casos se realizaba la compra de chapas, metales, vidrios y cartones en distintas formas sin contar con la respectiva habilitación para esa labor.
Entre otras cosas, los negocios carecían de la documentación municipal y la respectiva inscripción ante la AFIP, medidas de seguridad para el acopio de mercadería ni pasillos demarcados, que es lo que exige la normativa vigente. Uno de los comercios, asimismo, estaba habilitado para depósito y venta al por menor de materiales no ferrosos, chapas y metales de distintas formas, pero allí también se realizaba la compra de esos artículos.
En todos los casos hubo clausuras preventivas y ahora sus responsables deberán tramitar la reapertura con la Justicia de Faltas y con el área de Inspección General de la comuna. Es que además de poner la faja, los inspectores labraron actas de infracción por no cumplir con las reglamentaciones necesarias para el funcionamiento de los comercios.
EL CIRCUITO ILEGAL
En su discurso de apertura de sesiones ordinarias ante el Concejo Deliberante el pasado 1 de marzo, el intendente de Morón, Lucas Ghi, insistió con un tema que lo obsesiona como mecanismo para combatir la inseguridad: el famoso mercado negro, que se nutre de actividades delictivas como el robo de ruedas o de medidores y metales de las viviendas.
Para el jefe comunal, una de las claves para interceder ante la delincuencia es “evitar la compraventa ilegal que es el destino de gran parte de los bienes robados”. En su mensaje hay también un tirón de orejas a la comunidad: si existe la venta ilegal es porque alguien va y la nutre comprando lo que se comercializa. Y en tiempos de crisis económica eso se agudiza.