Las dos caras: vida y muerte. Llevaba a su mujer embarazada a una consulta obstétrica, el auto en el que circulaban fue interceptado por la Policía y el futuro padre terminó esposado. Era buscado desde hacía varios días acusado de integrar la banda delictiva responsable de la muerte de Silvio Keropián (86), el abuelo que falleció en medio de una entradera en su casa de la calle Mascardi al 1900 del barrio Gastronómico de Ituzaingó.
Fuentes de la investigación revelaron a Primer Plano Online que la detención estuvo a cargo de personal de la DDI Morón, a cargo del comisario mayor Dante Pérez Bianchi, que realizaba tareas encubiertas en La Matanza. Estaban detrás de la pista del lugar en que se refugiaba el sospechoso y, en horas del mediodía de ayer viernes, vieron circular un Peugeot 206 en el que solía movilizarse, que pertenecía a su pareja.


No fue sencillo el procedimiento: lo siguieron por varias cuadras hasta que lo interceptaron en el cruce de Calderón de la Barca y Ruta 3. Quien manejaba el auto era Isaías Yoel Silva (25), el buscado con orden de captura nacional e internacional. A su lado una joven embarazada, que se asustó frente a la irrupción policial. El joven fue bajado del rodado y la mujer puesta a resguardo a un costado: en ese instante le leyeron la imputación que pesaba en su contra mientras lo esposaban.
A Silva no lo buscaban únicamente por el robo con homicidio del abuelo de Ituzaingó, descubierto el pasado 16 de abril. Una semana antes, el 10 de ese mes, la misma banda integrada por 5 sujetos llegó con el mismo auto, un Fiat Siena, ingresó tras romper una reja y golpeó salvajemente a otra anciana de 84 años en Hurlingham, a la que torturaron para que confiese dónde tenía dinero. Esa víctima no murió de milagro, aunque sufrió lesiones de consideración.
Una banda con violento accionar
Si bien a Keropian no le encontraron lesiones traumáticas visibles según determinó la autopsia y murió por una falla cardíaca, todo indica que su deceso ocurrió al descubrir el ingreso de los delincuentes a su vivienda, a la que entraron tras forzar una reja protectora de un ventanal que da a la vereda.
Desde que se descubrió su cadáver la Policía instrumentó una serie de medidas para dar con los autores. La investigación incluyó la revisión de cámaras de seguridad de los Municipios de Ituzaingó, Morón y La Matanza, que fueron aportadas a la instrucción que lleva adelante el fiscal Marcelo Tavolaro, de la UFI Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó.
Lo primero que se estableció es que los malvivientes fugaron a bordo del mencionado Siena, cuya patente delantera no estaba colocada y en la parte trasera tenía borrada uno de sus números. “Se logró ubicar por las características particulares del rodado: la luz del stop del conductor quemado, la luz baja del lado del acompañante también quemada y un sticker del lado acompañante. Eso permitió su individualización”, detalló un vocero de la pesquisa. Las evidencias están más arriba en este artículo.
Otro elemento que se pudo establecer en la investigación es que el dominio que tenía colocado era el legal aunque no estaba registrado a nombre del último tenedor. Por eso se inició la trazabilidad de la cadena de tenencia, con lo cual llegaron a su actual propietario, que es Axel Soria, el primer detenido en la causa y que ya tiene prisión preventiva. Indagado por el fiscal Tavolaro se negó a declarar, al igual que Silva ayer.
El otro detenido que tuvo el expediente, identificado como Iván Gómez (29) recuperó su libertad. Es que la Fiscalía no encontró elementos para vincularlo a los hechos y no sostuvo la acusación en su contra. El delito por el que están imputados Silva y Soria es el de robo con homicidio resultante, que tiene una pena en expectativa de 8 a 25 años de prisión, para el caso de Keropian, y el robo agravado bajo la modalidad entradera por el caso de la abuela de Hurlingham. Y no descartan que hayan participado de otros hechos similares.