Cercado, sin escapatoria ni recursos para mantenerse prófugo, cayó hace instantes Gonzalo Daniel Moya (22), el asesino de la silla ruedas que mató a Brian Agustín Rodríguez (28) el domingo pasado en Moreno.
Fuentes de la investigación le confirmaron a Primer Plano Online que la detención de produjo en un domicilio de la calle México del barrio La Perla, misma zona del crimen. Lo que se sabe hasta el momento es que el imputado había sido sacado del lugar a bordo de un Peugeot 208 blanco pero evidentemente luego regresó con ánimos de despistar a los investigadores.

La presión que se ejerció sobre su entorno familiar y el del resto de los sindicados como cómplices dio resultado: no es fácil que un sujeto que tiene limitaciones físicas y que requiere asistencia para desplazarse pueda mantenerse tanto tiempo fuera del radar. El exhaustivo seguimiento de cámaras de seguridad y de sus redes sociales resultaron determinantes.
Moya enfrenta cargos por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Como en pocos otros hechos las filmaciones son tan contundentes: está claro que fue él quien disparó. Los motivos del crimen, es decir, el móvil, es otro misterio que de a poco empieza a develarse: todo indica que fue por una mujer, que declaró en la causa y contó el vínculo que la unía con la víctima y con los amigos del victimario. Pero eso es motivo que deberá establecer la justicia.
Por lo pronto ahora resta que la fiscal Alejandra Piqué, a cargo de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 6 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, y el auxiliar letrado Sebastián Dileo, a cargo del expediente, lo indaguen. Y después, como no se trata de un menor, que la causa continúe en el fuero de adultos hasta el juicio.
