Los trabajadores de la tradicional pizzería Ottonelli de Caseros están desesperados. Desde febrero no perciben sus haberes y desde el inicio de la cuarentena perdieron contacto con su empleadora, Alicia Dora Sánchez, la viuda de Juan Carlos Berro, el histórico dueño del local gastronómico ubicado en 3 de Febrero 2575 entre Avenida Urquiza y Valentín Gómez, a una cuadra de la estación de Caseros.
En señal de protesta y para hacer oír sus voces, los trabajadores organizaron una reunión en la puerta de la pizzería inaugurada en 1939, ya que por el aislamiento no está permitido realizar manifestaciones masivas. Allí, acompañados por delegados del Sindicato de Trabajadores Pasteleros, estuvieron las mozas, telefonistas, pizzeros, ayudantes de cocina y quienes realizan tareas de limpieza, la mayoría de ellos con más de 20 años de antigüedad en el local que ya superó los 80 años de vida.
Los empleados de Ottonelli le contaron a Primer Plano Online que la pizzería trabajó normalmente hasta que se decretó el inicio del aislamiento obligatorio. “Por WhatsApp nos avisaron que a partir del 20 marzo no trabajaríamos y que el 1 de abril retomaríamos nuestra actividad”, contó Alejandra, una de las empleadas damnificadas. Sin embargo, cuando intentaron ponerse en contacto con Alicia Sánchez para volver a la pizzería ya no obtuvieron respuesta. “Fuimos hasta su departamento y le pedimos hablar. Nos dijo que bajaría a atendernos pero pasaron dos horas, no apareció y nos mandó a la policía”, recuerda.
Fue infructuosa la insistencia de los trabajadores por ubicar a la empleadora en su domicilio del centro de Caseros. Días más tarde supieron que se había mudado a otra casa que tienen sobre la Avenida San Martín pero tampoco fue posible que los recibiera. Finalmente el Sindicato de Pasteleros le envió un telegrama, intimándola por la situación de sus 14 trabajadores, pero a la fecha no han habido novedades ni señales de la propietaria de la pizzería ante el legítimo reclamo de sus empleados, quienes aseguran que pese a estar en blanco y contar con recibo de sueldo, desde el fallecimiento del esposo de Sánchez no les realizan aportes, no tienen obra social ni seguro.

Así las cosas, los trabajadores sólo piden cobrar por las jornadas debidamente cumplidas hasta el 19 de marzo, “si no nos puede pagar, ni siquiera estamos reclamando percibir nuestro sueldo de los días de cuarentena”, explican. “Vamos a cumplir cuatro meses sin un peso en el bolsillo; por el aislamiento no podemos ni siquiera salir a buscar changas para subsistir: tenemos bronca, impotencia y tristeza”, resume Alejandra para quien Ottonelli es parte de su vida y de la de su familia, ya que sus tres hermanos también trabajan allí y afrontan su misma mala suerte. Los trabajadores afectados le solicitaràn al Intendente Diego Valenzuela que intervenga en el conflicto laboral.