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sábado, febrero 15, 2025
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Carola Labrador, la mamá de Candela: “tantos años de lucha por justicia no fueron en vano”

Fue protagonista de uno de los hechos más resonantes de la década: el crimen aberrante de una niña de once años que conmovió a las entrañas del poder y a la sociedad toda. Carola Labrador, al fin, encuentra un motivo para sonreír: considera que es el cierre de un capítulo que la atormenta todos y cada uno de los días pero que puede cerrar de una vez.

Como informó ayer Primer Plano Online, la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmó el fallo emitido por el Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Morón, mediante el cual fueron condenados a prisión perpetua Hugo Bermúdez y Leonardo Jara como coautores penalmente responsables del delito de privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte, además de Gabriel Gómez, considerado por la justicia como como partícipe secundario del delito de privación ilegal de la libertad coactiva.

Para la investigación judicial no hubo dudas: el crimen de Candela Sol Rodríguez se trató de una venganza hacia el padre de la niña. El tribunal de alzada incluso repasó toda la prueba volcada en el expediente, y reconstruyó la presencia de la víctima el 22 de agosto de 2011 aproximadamente a las 15:30 horas en la esquina de su domicilio ubicado en Villa Tesei, Hurlingham, formada por la intersección de las calles Coraceros y Bustamante, a partir de los testimonios de los vecinos del lugar que dialogaron con ella y notaron que llevaba un teléfono celular.

Juicio por el crimen de Candela
Bermúdez, Jara y Gómez: los dos primeros fueron condenados por el secuestro y posterior crimen de la nena; el restante como partícipe secundario del plan criminal

De allí la menor fue trasladada contra su voluntad, siempre en base al testimonio de testigos que declararon en el juicio y dijeron haber escuchado gritos y “un rodado exigido”. La precisión en cuanto a que se trataba de una camioneta Ford EcoSport negra, con la patente trasera cubierta, ocupada por al menos tres sujetos, que se dirigía hacia la mencionada zona del partido de San Martín, donde Candela permaneció cautiva. El posterior traslado de la menor a la vivienda sita en Kiernan N° 922 de Villa Tesei, donde a través de pericias de ADN se estableció la existencia de material genético de ella.

El fallo también reparó en el llamado de Leonardo Daniel Jara, quien cuando todo un país buscaba a Candela se comunicó (el 29 de agosto de 2011 a las 22:41) desde un teléfono público a un fijo de la familia Rodríguez-Labrador exigiendo “hacer entrega del producto de un ilícito”, llamado del que se desprende que existía una exigencia coactiva a los progenitores de la niña. Es decir, estaban extorsionando a los padres de la nena manteniéndola a la menor cautiva.

Juicio por Candela
Candela y su mamá, Carola Labrador, quien todavía se quiebra al hablar de cómo le arrebataron a su hija

De la condena se desprende también que Hugo Elbio Bermúdez fue quien le dio muerte a Candela Sol Rodríguez en un lugar aún no determinado entre las 20:30 del 29 y las 8:30 30 de agosto de 2011 “ocluyéndole su boca y narinas, provocándole asfixia mecánica por sofocación al tiempo que abusaba sexualmente de ella”. Finalmente, un día después, el cuerpo de la menor fue abandonado a la vera de la calle Cellini a metros de colectora de la Autopista del Oeste. Además, combustionó en el domicilio de calle Cellini N° 4085 –ex 415 de Villa Tesei- evidencias que pudieran incriminarlo y comprometer a la organización de la que formaba parte.

Hasta ahí la decisión de la justicia de Morón, ratificada por Casación. Ahora, el sentimiento de una mamá que se hizo conocida pero que hoy sigue bregando porque a sus hijos no le falte el pan diario. Cuida a su sobrino, hijo de su hermana, de tres años. Con eso va y viene y alimenta a sus otros hijos, Ema y Ian, a los que reconoce haber descuidado por tantos años de lucha en busca de justicia.

“Tomé la resolución con mucha alegría. Estuve todos estos años con miedo de que los dejen libres, pero fue cerrar una etapa. En estos años abandoné a mis otros hijos por conseguir justicia por Cande. Es muy difícil levantarme todos los días sin mi hija”, le contó Carola Labrador a Primer Plano Online a través de un video.

La idea era establecer una comunicación por Zoom pero no se pudo, así que la opción era la filmación para que los lectores de este medio conozcan su espíritu. “Estoy un poco cansada. En estos nueve años perdí muchas cosas y gané otras. Tantos años de lucha por justicia no fueron en vano”, completó.

Candela hoy tendría 21 años y ya sería toda una mujer. Pero la organización criminal y asesina que se cruzó en su camino para vengarse de su padre no le permitió crecer, dejar su infancia y perseguir los sueños de cualquier preadolescente. Quizá ahora, desde algún lugar, ella pueda abrazar a su madre Carola y acompañarla en eso que se propone: “sé que mi hija no me abandonó nunca. Ahora espero cerrar un capítulo es intentar ser feliz como pueda”.

Caso Candela
Los jueces Raquel Lafourcade, Mariela Moralejo Rivera y Diego Bonanno fueron quienes condenaron a los asesinos de Candela

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