No era una prenda de vestir más. Si bien quizá tiene un valor acotado en lo económico no así en lo espiritual, por lo que representa para la familia que lo tenía. Había sido un regalo hecho por una persona que ya no está, que falleció como consecuencia de una insuficiencia renal crónica y que antes de partir juntó a sus afectos para entregarle a cada uno un obsequio a modo de gratitud por su paso por este universo.
“El chaleco era de mi mejor amiga, que falleció hace poco más de un mes. Ella vivía con diálisis y, a principios de marzo, nos comunicó que iba a abandonar el tratamiento. La última vez que se hizo diálisis fue el 29 de abril y el 11 de mayo falleció. Tenía 28 años, era una persona hermosa”, le contó María Victoria a Primer Plano Online. Ella es la mamá del nene de ocho años destinatario del abrigo, que el fin de semana pasado había llevado al club Deportivo Morón en ocasión del partido ante Villa Dálmine. Y ahí, mientras jugaba con compañeritos del baby, le desapareció.
Aquella vez que les contó que dejaba de tratarse, como una suerte de despedida hizo regalos especiales a cada uno de sus afectos. Repartió lo que tenía en su poder a modo de gratitud por haber compartido su vida con ella y al hijo de María Victoria le tocó el chaleco. El chiquito lo abrazó con fuerza y prometió cuidarlo como un tesoro preciado. Por eso entró en crisis cuando fue a buscarlo al lugar en el que lo había dejado y no lo encontró.
“El club es nuestra casa, vamos varias veces por semana. Por eso nos dolió muchísimo esto que pasó. Honestamente yo pensé que nunca iba a aparecer el chaleco, pero la movida que se armó en redes sociales fue descomunal. Hasta jugadores del plantel profesional la compartieron. Y de repente me contactó una chica por Facebook para decirme que lo encontró tirado en un tacho de basura sobre la calle Agüero. Me mandó fotos y allá fuimos a recuperarlo”, contó la mujer.
María Victoria eligió creer y hasta allá fue a buscarlo. Lo único que le faltaba era un juguete que su hijo tenía en un bolsillo interno, pero era su chaleco, ese regalo tan preciado para el baúl de los recuerdos de la familia. La joven que lo tenía en su poder lo devolvió sin más. Ya no importa si ella tuvo que ver con la persona que se lo llevó del club sino que apareció. El resto será un tema para revisar en la conciencia de quien lo hizo.
“Al fin y al cabo, ante una injusticia, nos unimos todos y todas y seguimos priorizando este lema de que Deportivo Morón es familia. Un nene tuvo la mala suerte de pasar por una situación así y lo pudimos resolver. Yo tenía mucha impotencia, más allá del chaleco en sí, ¿cómo podía ser que el club que tanto intentamos construir y nos rompemos el alma laburando para que salga a flote pasen estas cosas? Pero bueno, espero que no lo haya hecho con intención de lastimar”, completó María Victoria, que está a cargo del Departamento de Género de la institución.
