Fin de un ciclo, o continuidad de una era. Las dos posibilidades son válidas para analizar un anuncio de alto impacto político que se conoció en las últimas horas: es que un histórico intendente del conurbano bonaerense anunció que por primera vez desde la creación del distrito que gobierna no estará en las boletas que se encontrarán en el cuarto oscuro.
En rigor, quien lo manifestó públicamente no fue el protagonista sino su hijo, en un acto que compartió con el ministro del Interior y posible candidato presidencial de Unión por la Patria, Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Es una forma de cambiar de nombre pero no de apellido, aunque sí el inicio de una etapa diferente a la fundacional, porque como Ituzaingó ese distrito tuvo un único intendente votado por sus vecinas y vecinos.
Se trata de Ezeiza, territorio gobernado por Alejandro Granados desde 1995, cuando se convirtió en Municipio al separarse de Esteban Echeverría. El ‘Sheriff’, como se conoce al jefe comunal, decidió que no se presentará en estas elecciones y que el heredero en la conducción local será su hijo, Gastón, quien ya ocupó el cargo de manera interina y también se desempeñó en el Concejo Deliberante.
“Hay que salir adelante con gestión, compromiso y coraje, por eso hoy les vengo a decir que voy a ser candidato a intendente de Ezeiza”, anunció Gastón Granados en un acto que compartió con de Pedro y en el que lo postuló como el mejor representante del oficialismo devenido en Unión por la Patria.
“Debemos saber que las obras, que los derechos, llegan desde la provincia de Buenos Aires y desde la nación, por eso desde Ezeiza tenemos que trabajar para que el gobierno provincial siga siendo peronista y para que el gobierno nacional siga siendo peronista. Los convoco a seguir levantando las banderas de Perón, de Evita, de Néstor y de Cristina y que llevemos a Wado a la presidencia de la nación”, lanzó Granados hijo ante la militancia.
El mensaje lo ratificó luego a través de sus redes sociales: “Con mucha alegría, orgullo y compromiso anuncié que voy a ser candidato a Intendente de Ezeiza en las próximas elecciones. Tengo la fuerza y la energía necesaria para seguir haciendo de Ezeiza el mejor municipio de toda la provincia, el que forjó mi viejo Alejandro Granados, con el corazón y el apoyo de Dulce”.
La declinación de su padre tiene varias lecturas. Agotamiento, dificultades físicas propias de la edad y una búsqueda por renovar la oferta electoral por un lado, con un ojo puesto en el posible fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declare inconstitucional la reforma que se hizo a finales del año pasado a la ley que limita las reelecciones. Los ojos y oídos de la política provincial están puestos en lo que determine el máximo tribunal, que podría modificar de manera abrupta el escenario y dejar a varios intendentes fuera de carrera.
Esta historia de familiares como herederos no es sólo propia del peronismo. En San Nicolás, por caso, Manuel Passaglia siguió el cargo que dejó su padre y ahora será su hermano Santiago el candidato de Juntos por el Cambio para la intendencia.
91 intendentes pendientes de una decisión de la Corte Suprema que puede marcarles el destino
