Matías Lucente es jardinero y vive en la localidad de Francisco Álvarez, en Moreno. El domingo pasado salió con una amiga a tomar mates y a caminar, aprovechando lo bello del clima, por el barrio La Providencia, zona de quintas de esa ciudad. Todo transcurrió como cualquier otro día, pero al volver a sus hogares dos motochorros tenían otros planes para completar la jornada.
Los delincuentes sorprendieron a la chica, la tomaron por la espalda y le quisieron llevar sus pertenencias en medio de un fuerte forcejeo. Ahí es cuando intervino Matías en la escena: corre a su amiga, le entrega la mochila que él llevaba en su poder y comienza a pelear con el acompañante de la moto, el que descendió para robar.
“Lo tiró al piso y le empezó a pegar. En una el ladrón se zafa, su cómplice se acerca y le grita ‘tírele, tírele’, con tonada de otro país. Ahí sacó del morral un arma y le disparó tres veces: una le atravesó la muñeca, la otra le pegó en la cadera y el tercero le erraron”, describió a Primer Plano Online Mariana, la mamá del muchacho.
Matías fue llevado de urgencia al hospital Mariano y Luciano de la Vega, entidad con la que su madre está visiblemente molesta por el trato que le brindaron. “Hicieron un total abandono de persona”, se quejó. Asegura que mientras el joven estaba convaleciente y recién operado fue dejado en un pasillo de la guardia, prácticamente sin atención.
“Mi hijo quedó muy mal por el trato que recibió”, cuestionó Mariana. El joven fue derivado a la Unidad de Pronta Atención de Cuartel V: en la cadera no tuvo más que una fisura pero en la muñeca necesita una prótesis, porque el proyectil lo atravesó de lado a lado. Y la familia no tiene obra social.
El caso es investigado por la Fiscalía Nº 3 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, a cargo de la fiscal Luisa Pontecorvo.