Una batalla legal que no cesa. Los vecinos que presentaron el amparo ambiental para impedir que comiencen las operaciones de la empresa Flybondi en el aeropuerto de El Palomar por considerar que la pista no está en condiciones y que la estación aerocomercial provocará un impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes de la región ahora irán a la Corte Suprema a reclamar que el máximo tribunal de justicia anule todo lo actuado en las anteriores instancias.
En rigor, la queja apunta al procedimiento utilizado por la jueza federal Martina Forns, quien tuvo a su cargo el expediente desde el comienzo. La señalan por haber violado el proceso al impedir que los peticionantes accedan al estudio de impacto ambiental exigido al Gobierno nacional para habilitar las operaciones de la línea low cost.
“Ordenó levantar la medida cautelar sin permitirnos ver el estudio violando el artículo 18 de la Constitución Nacional, que es la garantía al debido proceso y al derecho de la defensa en juicio. Antes de haber tomado cualquier tipo de decisión tendría que haber escuchado a la parte que presentó el amparo, y no lo hizo”, explicó Marisi a Primer Plano On Line.
Es por eso que ahora recurrirán a la Corte Suprema de Justicia ante las respuestas adversas en primera y segunda instancia. El superior tribunal es el último eslabón a apelar para que se revierta la habilitación del aeropuerto, pero suele ser un lugar en donde los tiempos demoran años. Es por eso que Marisi reflexiona: “hemos hecho todo lo posible para evitar un daño irreversible no sólo al ambiente sino también a la vida de los pasajeros y de los vecinos y, sin embargo, los jueces no hicieron nada para impedirlo. Si llegara a suceder una tragedia, Dios no lo permita, la primera responsable va a ser la jueza Martina Forns y seguidamente los jueces de la Cámara de Apelaciones”.
Según contó el abogado, que además es vecino de la zona, el domingo hubo a lo largo del día pruebas de turbinas y de velocidad en la pista que provocaron fuertes ruidos. Incluso hubo despegues y aterrizajes desde el lugar, dado que la jornada fue de sol pleno. “Por ahora esto continúa porque hay un límite de tres vuelos diarios y vamos a hacer todo lo posible para que primero se mantenga el tope, luego se revierta y no haya ningún vuelo desde Palomar, porque esto es un negociado para que la empresa Flybondi no pague las tasas aeroportuarias”, finalizó.
