Familiares, amigos y vecinos de Mariel Gisela Duarte, la policía de 27 años asesinada de un balazo en la cabeza en González Catán, cortaron la Ruta Nacional N° 3, a la altura del kilómetro 28, para pedir justicia y celeridad en la investigación.
Según confirmaron fuentes policiales, hasta el momento hay sólo un detenido por el crimen de la agente que prestaba servicio en la base del Comando de Patrullas Norte, de Ramos Mejía. Se trata de Carlos David Gómez, un vecino de la víctima, aunque siguen buscando intensamente a un cómplice.
«Es una injusticia lo que le pasó», lamentaron sus familiares, que pidieron celeridad en el esclarecimiento del brutal crimen. Como se sabe, los asesinos le dispararon a Duarte y le robaron su arma reglamentaria, una Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros. Tras cometer el homicidio, se dieron a la fuga.
“Mariel era una persona muy solidaria, ayudaba a la familia y era querida por todo el barrio. Es una injusticia lo que pasó. Tenemos mucha impotencia y bronca, no caemos todavía de lo que pasó”, lamentaron sus familiares en horas de la tarde.