La Fiscalía Nº 7 de Morón allanó la vivienda y el negocio del sujeto acusado de haber filmado mientras se cambiaba a una joven de 22 años que el sábado pasado había ido a su local de ropa ubicado en una galería comercial 9 de Julio y Rivadavia. El imputado, que se hacía pasar por gay, fue echado del complejo por el consorcio que administra el lugar, y su comercio ayer fue escrachado con pintadas.
De ambos lugares se llevaron computadoras, pen drives, celulares y demás elementos electrónicos que sirven para almacenar información. El fiscal a cargo de la causa, Hugo Ravizzini, busca verificar si en alguno de los instrumentos incautados hay alguna prueba de que el comerciante hizo lo propio con otras mujeres. La justicia tiene herramientas para confirmar si los archivos fueron borrados desde que estalló en escándalo el sábado pasado y la noche de ayer.
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Por el momento permanece libre porque el tipo del que se lo acusa es abuso deshonesto simple, por lo tanto no es detenible. Distinta puede ser su situación si se constata que filmó a otras mujeres y las víctimas aceptan presentarse a formalizar la denuncia. Es que, en verdad, quizá varias de las personas que pasaron por ese local estén en esa condición sin saberlo.
Según pudo saber Primer Plano Online, el hecho se encuadra en lo que la ley francesa de 1832 denominó «atentados al pudor», el código penal noruego, «relaciones inmorales» y el código penal italiano «actos libidinosos violentos». En sí, se trata de actos libidinosos que no están dirigidos al acceso carnal pero que sí constituyen una violación de la intimidad de la persona.