Alberto Fernández ya es presidente de la Nación y se inicia una nueva etapa en la vida democrática e institucional en nuestro país. Recibió los atributos del ahora exmandatario Mauricio Macri y desplegó, durante casi una hora, una descripción de la herencia que recibe y cuál será el rumbo que le imponga a su gestión.
“Hoy más que nunca, es necesario poner a la Argentina de pie como condición necesaria para que vuelva a caminar. Ello supone, antes que nada, recuperar un conjunto de equilibrios sociales, económicos y productivos que hoy no tenemos”, empezó el vencedor de las elecciones del pasado 27 de octubre. “Quiero convocar a esta Argentina Unida a desplegar una nueva mirada de humanidad, que reconstruya los vínculos esenciales entre cada uno de nosotros”, agregó.
En otro tramo de su discurso, Fernández pidió “superar el muro del rencor y del odio entre argentinos” y el “muro del hambre que deja a millones de hombres y mujeres afuera de la mesa que nos es común”. “Más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria en un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo. Necesitamos que toda la Argentina Unida le ponga un freno a esta catástrofe social. Uno de cada dos niñas y niños es pobre en nuestro país”, siguió el jefe de Estado.
“Sin pan no hay presente ni futuro. Sin pan la vida solo se padece. Sin pan no hay democracia ni libertad”, enfatizó a continuación, y reveló que la primera reunión oficial de su gobierno consistirá en un encuentro de trabajo sobre esta prioridad: el Plan Integral Argentina Contra el Hambre, y cuestionó que se haya llegado a la actual situación. «Se han aplicado muy malas políticas económicas, y esa serie de decisiones fueron determinantes para que el pueblo argentino en su mayoría las descalificara en las últimas elecciones».
En otro orden, el Presidente aseguró hoy que el proyecto de presupuesto debe ser «propio» y «no dictado desde afuera», y que por ese motivo recién podrá ser posible tenerlo «luego de la renegociación de la deuda y de poner en práctica medidas económicas sociales y de la economía real”. Además, anticipó que en los próximos días convocará a los trabajadores, a los empresarios y las diversas expresiones sociales, para la puesta en marcha de un conjunto de Acuerdos Básicos de Solidaridad en la Emergencia, que constituyan el cimiento sólido a partir del cual se vuelvan a encender los motores de nuestra economía.
“Nunca más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos espurios y linchamientos políticos, que persigue según los intereses del poder de turno”, aseveró en uno de los tramos más fuertes de su discurso. Y anunció que será intervenida la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) “para impulsar así una reestructuración de todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado”.
“En el marco de la derogación de dicha medida, que significó un lamentable retroceso institucional, también he tomado otra decisión: dichos fondos reservados, no sólo dejarán de ser secretos, sino que serán reasignados para financiar el presupuesto del Plan contra el Hambre en la Argentina”, consideró. “Lo digo y reitero con la firmeza de una convicción profunda. Nunca más al Estado secreto. Nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza. Nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más es nunca más”, se comprometió.