El precandidato presidencial Alberto Fernández visitó la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) para entrevistarse con su rector, Daniel Martínez, y compartir una charla con sus estudiantes.
El referente del Frente de Todos, que estuvo acompañado por la intendenta local, Verónica Magario, y por el diputado nacional Fernando Espinoza, además, recorrió el Polo Tecnológico de la Universidad y se interiorizó sobre sus avances e investigaciones.
Fernández ponderó el rol de las universidades públicas en el desarrollo del país y se reconoció como “un gran defensor de la universidad pública que hizo distinta a la Argentina”.
En ese sentido, repasó «dos etapas que fueron hito” como la Reforma Universitaria de 1917 «que garantizó la libertad de cátedra y el debate interno en las universidades” y “la época de (Juan Domingo) Perón que garantizó su gratuidad y el acceso de todos”.
En ese marco, el precandidato destacó otro momento histórico, que fue “una última etapa en la que florecieron una serie de universidades en el interior del país que, también, fueron muy importantes para lograr el desarrollo de los jóvenes”.
Fernández valoró, también, que “el 90 por ciento de los estudiantes de la UNLaM sean primera generación de universitarios en familias de trabajadores”. “Eso es algo que se repite en todo el país, porque si a la gente más necesitada se le abre la posibilidad de llegar, llega como todo aquel que pone empeño”, aseguró.
Hoy visité el Polo Tecnológico de la @UnlamOficial, una fábrica de conocimiento y oportunidades de progreso para miles de jóvenes.
Algunos creen que hay demasiadas universidades en el Conurbano. Nosotros pensamos que son motores de la Argentina del futuro. pic.twitter.com/r7LaLxreNJ
— Alberto Fernández (@alferdez) July 30, 2019
Por su parte, el rector Daniel Martínez valoró que “referentes tan importantes como Alberto Fernández visiten esta universidad”. “Es importante porque es bueno que cada estudiante conozca la visión que tiene del país y del futuro uno de los principales candidatos a la presidencia, y saber qué es lo que piensa y lo que siente”, agregó.
“Esto está relacionado con la libertad de cátedra, con la posibilidad de debatir; en las universidades no hay un pensamiento único y homogéneo, sino que todos podemos debatir, así que les damos a los alumnos la posibilidad de que escuchen a todos y formen sus expectativas de país”, planteó Martínez.