La conmemoración del 41 aniversario del último golpe militar en Argentina pudo haber sido un escándalo en Morón por las denuncias previas sobre la ocupación del espacio, pero finalmente primó la cordura de todos los actores y se realizó con total normalidad en la Casa de la Memoria y la Vida (ex centro clandestino de detención Mansión Seré) que funciona en el Polideportivo Gorki Grana.
Eso sí: fue notoria la ausencia del intendente Ramiro Tagliaferro en el lugar, pese a que se había anunciado su asistencia. Eso fue duramente criticado por la oposición. Cada uno de los bloques políticos marcó su posición en relación a la fecha y, más allá del énfasis de algunos y las posturas encontradas que ameritaron algunos gritos y reivindicaciones de parte del público presente, no pasó más que ese folclore propio de la actividad política.
En muchos de los discursos opositores hubo una figura que sobresalió con visión positiva: fue la de Francisco Mones Ruiz, director de Derechos Humanos del Municipio, quien se llevó elogios de todos los oradores por el trabajo realizado, continuador de muchas de las políticas iniciadas en el pasado por el sabbatellismo en el distrito.
DISCUSIÓN FINAL
Una discusión entre el jefe de bloque del Frente para la Victoria, Hernán Sabbatella, y un agente de la Policía Bonaerense empañó el cierre de un acto correcto, sin mayores dificultades. Es que el jefe de la bancada kirchnerista denunció que el efectivo policial los había insultado durante la sesión y se acercó hasta él para pedirle sus datos.
En el video se puede ver a Sabbatella pedirle al director de Derechos Humanos de Morón, Francisco Mones Ruiz, el nombre y apellido del policía, y ante la negativa del funcionario el concejal le grita: “ves que sos un cagón”. El agente, que dijo llamarse Gastón Cavigliasso y pertenecer a la seccional Morón segunda de Haedo, explicó que tenía una orden de servicio para estar adentro del lugar en el que se hizo la sesión pero no hizo ninguna referencia a la acusación de insultos.
Después, la situación pudo haber pasado a mayores cuando se metió gente ajena a la discusión con gritos del tipo “devuelvan la que se robaron” hacia los sabbatellistas, pero el cruce se diluyó y terminó siendo apenas una serie de insultos al aire.