Es el cierre de una nueva etapa. No de la manera que hubiera querido la familia de Sofía Liria, pero sí con las herramientas que la justicia encontró a su alcance. Lucas Gastón Cubilla, el motochorro que le disparó a la adolescente en el intento del robo de su celular en una heladería de Ituzaingó el 6 de diciembre de 2017, fue condenado a 15 años de prisión por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego criminis causa en grado de tentativa, robo agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, todos en concurso real entre sí.
Pero el agravante del caso fue que le sumaron al acusado otro delito que cometió en el momento en que fue detenido, a finales de 2018. Se trata del robo a una vivienda cometido en Ciudad Evita, partido de La Matanza, por el cual le imputaron abuso de armas, violación de domicilio, portación ilegal de arma de guerra y atentado a la autoridad agravado por haberse cometido a mano armada y con la participación de tres o más personas.
Por una cuestión de economía procesal, pese a que el segundo hecho ocurrió en el Departamento Judicial de La Matanza, y ante la confesión del implicado, en un único juicio lo terminaron condenando por ambos hechos. En la primera audiencia del juicio, Cubilla pidió hablar ante los jueces y confesó que fue el autor del disparo que padeció Sofía Liria. Además, pidió disculpas por lo que hizo y se mostró arrepentido. “Me hago cargo, fui yo. Estoy arrepentido”, concluyó su exposición. Y luego le pidió perdón a la familia.
La propia Sofía, que lloró el día en que se realizó el debate y escuchó la confesión del sujeto que le hizo pasar por semejante desgracia, y sus padres, están molestos con el fallo. No quedaron conformes porque consideran que fueron pocos años para lo que Cubilla hizo, pero al menos tienen la conformidad de que no hará daño por un buen tiempo. «Tiene gusto a poco», señaló Pablo, su padre, a Primer Plano Online. Además, reclamó a la justicia que profundice la investigación para la búsqueda del otro implicado, el que manejaba la moto: José Saracho, a quien parece que se lo tragó la tierra.
