En junio cumple 90 años y asegura que tiene cuerda para rato. “¡Qué tontería!”, reflexiona cuando Primer Plano Online le confirma que el Concejo Deliberante no logró ponerse de acuerdo en la elección de su sucesor en el cargo. “Lo que no voy a hacer es dejar la Defensoría acéfala”, manifiesta, y confirma que aceptará continuar al frente del organismo frente a la imposibilidad de los concejales de reunir los dos tercios de los votos para elegir al nuevo defensor.
Abraham Gak lamenta el mensaje que la política le está dando a la sociedad de Morón en el marco de un proceso natural de selección de un candidato entre once posibles para ocupar un ámbito que está pensado para que los vecinos encuentren un canal de solución a sus conflictos. “Debería haber un acuerdo de otra naturaleza en la búsqueda de la persona que tenga el perfil apropiado para la función”, lamentó en conversación con Primer Plano Online.
Es que mañana jueves los concejales deberán votar quién es el nuevo defensor del Pueblo de Morón, pero todo indica que no habrá acuerdo y que la decisión final será un decreto para extender su mandato, en principio hasta 2020. El fracaso de la política en toda su dimensión: si no se logran poner de acuerdo con un tema menor, como es la selección de una persona para un cargo público, difícil pensar en acordar políticas de Estado a mediano o largo plazo. Las mezquindades, los egoísmos y la falta de dialogo siguen siendo vedettes.
“Estoy sorprendido por un tema: sólo dos de los once candidatos vinieron a la Defensoría a ver cómo era el funcionamiento. El resto ni apareció. Pero bueno, si no hay interés, no hay interés y punto”, expresó en conversación con este medio. Y aseguró que seguirá los meses necesarios para un nuevo llamado a concurso, tal cual está planteado. Pero eso sí: hasta el momento nadie le informó nada.
El Concejo Deliberante se reunió con los postulantes que aceptaron participar de las charlas a las que fueron invitados, aunque no todos fueron. Hubo casos de candidatos a los que se les cursó invitación y no concurrieron a defender su chance porque confundieron el horario, al igual que algún otro que dejó registrado mal su teléfono y no pudo ser ubicado.
El otro tema que debe atender el cuerpo es el que refiere a las incompatibilidades, porque si el defensor del Pueblo es abogado debe dejar su actividad privada en el mundo de las leyes y acomodarse a vivir con el sueldo que le abona el Estado como funcionario público con dedicación exclusiva, cosa que muchos no aceptan y se enteran en el momento de la selección final. En cambio la única profesión que sí pueden ejercer es la docencia.