Motivado por sus hijos que son vegetarianos y con el tiempo extra que otorga el trabajo desde casa por la cuarentena, entre reunión y reunión por Zoom y otras modalidades virtuales Carrizo tuvo una idea. Que las familias de Ituzaingó puedan desarrollar en sus casas pequeñas huertas que les sirvan para abastecer el consumo doméstico.
El puntapié de la iniciativa lo dará de la mano de su amigo Daniel Aguilera, profesor de la Universidad de General Rodríguez, experto en el desarrollo de huertas orgánicas. Juntos, la próxima semana pondrán en marcha una huerta modelo de 50 x 70 metros en una escuela del distrito de Ituzaingó que sirva de ejemplo para que otros establecimientos educativos sigan el camino.
Complementariamente, el concejal de Juntos por el Cambio presentará ante el Concejo Deliberante local un proyecto de ordenanza para promover que cada familia de Ituzaingó acceda a un espacio doméstico donde desarrollar una iniciativa de este tipo con la ayuda y el aprovisionamiento de los insumos y la información necesaria para encarar el emprendimiento en sus hogares
De este modo, la iniciativa busca fomentar conciencia sobre una alimentación saludable, el cuidado y preservación del medio ambiente, la posibilidad de interactuar con la naturaleza, satisfacer la necesidad de crear conciencia sobre la nutrición y la preservación de recursos naturales.
Con el asesoramiento de un técnico en Agronomía y una ingeniera en Alimentación, ambos vecinos de Ituzaingó, el emprendimiento planea brindar capacitaciones y talleres para enseñar los distintos mecanismos para la producción de huertas orgánicas y otorgar en paralelo una guía con información nutricional de cada uno de los vegetales que se pueden cosechar en forma doméstica: lechuga, ajo, tomate, calabaza habas, espinaca y un sinfín de productos más.
“Creemos que una iniciativa como ésta sería de gran ayuda en este momento de emergencia alimentaria para que aquellas familias que están pasando momentos apremiantes, tengan la certeza que estamos trabajando y acompañándolos pero sobretodo llevando soluciones”, explica Carrizo. Trabajará para lograrlo con profesionales con capacidad para entrenar a los interesados. “En pocos días iniciaremos la distribución de semillas y plantines para motivar a cada familia de Ituzaingó a que se anime a armar su propia huerta”
La idea es que con el paso del tiempo la iniciativa se convierta en una cadena de favores en la que quien haya armado su huerta pueda proveer a otro vecino de semillas o plantines para colaborar e incentivar a otra familia interesada en generar su lanzamiento.
En base a su propia experiencia de estos 100 días de cuarentena, Carrizo asegura que el trabajo en su huerta le resultó terapéutico: “por eso es recomendado por los psicólogos para grandes y chicos”, reflexiona. “Además, el hecho de poder abastecernos de fruta y verdura de estación en nuestro propio hogar disponiendo de una pequeña parcela de tierra, y si no tenemos tanto espacio armando macetas o cajones, es muy reconfortante y económicamente muy conveniente. Yo les garantizo que la lechuga de mi huerta tiene otro sabor: es mucho más gustosa que la de la verdulería”, concluye satisfecho el concejal.