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martes, febrero 11, 2025
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A puro instinto maternal, una mujer policía salvó a un bebé que prácticamente se había ahogado en una pileta en Moreno

Una sargenta de la localidad de La Reja, en el partido de Moreno, fue protagonista de una historia dramática, pero con final feliz. Según contó María Soledad Coronel en conversación con Primer Plano Online, todo ocurrió el lunes pasado, apenas pasado el mediodía, cuando un vecino entró a la seccional 7ª de ese distrito a los gritos pidiendo ayuda. “Se está ahogando un bebé acá a la vuelta”, fueron las palabras del hombre. Y el comienzo de una larga hora de angustia y desesperación, en la que afloró su instinto maternal más que cualquier otro atributo.

La uniformada, que hace doce años integra la fuerza, llamó por teléfono al 911 para comunicar la novedad, pero no dio precisiones en cuanto a la dirección porque ni ella la sabía. Sí pidió que manden con urgencia una ambulancia a la zona. “Es que sólo quería salir corriendo a asistir a la criatura”, narró en charla con este medio. Un año y nueve meses tiene el pequeño.

Lo cierto es que Coronel empezó a correr por las calles del barrio. No era a la vuelta de la seccional, sino que el siniestro se había producido a cuatro cuadras. La guiaba el vecino, pero al escuchar los gritos de esa mamá tomó velocidad y llegó primera. El panorama era dantesco: “la señora estaba arrodillada con el bebé en los brazos”, describió la sargenta. Otro vecino, que vive justo enfrente de la vivienda del chiquito, le había practicado algunas maniobras de resucitación y es como que el nene volvió en sí.

“Tomé al bebé, le presioné un poco el pecho, le salió un poco de agua por la boca y lo alcé. Sentí que era mi hijo, me lo apoderé ante los nervios y la desesperación de esa mamá”, contó Coronel. Le pidió a la mujer que agarrara sus documentos así iban rápido a la ruta a la espera de la emergencia, que es lo que necesitaba el menor.

La decisión estaba tomada: si no llegaba la ambulancia se iban ambas con el niño rumbo al hospital más cercano, porque el nene seguía descompensado: tenía los ojos morados, no los abría, muy pálido, y no emitía sonido alguno. Pero al llegar a la ruta vieron al móvil policial, que dio marcha atrás y los encontró.

En eso Coronel entregó el niño al vecino que la acompañó, les subió al patrullero y dio la indicación de que lo lleven al Hospital Mariano y Luciano de la Vega, desde donde al rato se contactaron con ella para confirmar que estaba fuera de peligro. Y, naturalmente, el corazón de esa mamá de cuatro hijos sintió el alivio definitivo.

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