La empresa Edenor le reclama a la escuela el pago de una deuda de 160 mil pesos por la prestación del suministro eléctrico durante los años 2018 y el 2019. Si bien a lo largo de este tiempo hubo varios intentos de la empresa por cortarles la luz, personal docente y directivo del establecimiento logró frenar la acción. Sin embargo, el pasado 10 de febrero, con la escuela vacía por el receso de verano, una cuadrilla de Edenor avanzó en su objetivo postergado: cortaron el suministro pero no retiraron el medidor, aunque las autoridades escolares presumen que esta medida será inminente si no cumplen con el pago de la deuda reclamada.
Como en el caso de todas las escuelas de gestión pública de la provincia de Buenos Aires, el pago del servicio de luz le corresponde a la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense. Sin embargo, en este caso la falta no ocurrió por un descuido ni por falta de fondos, sino que se trata más bien de un problema de índole administrativo.
La Escuela de Educación Secundaria N°16 tuvo una ampliación de obra en el periodo 2014/2015. La empresa que ganó la licitación solicitó por entonces un medidor de obra y cuando en diciembre de 2017 hicieron entrega del edificio con las modificaciones concluidas, la provincia de Buenos Aires generó una disposición donde consta la dirección del establecimiento. Allí ocurrió el yerro: en lugar de establecer el ingreso de la escuela sobre la calle República Sudafricana 2764, informa su locación sobre Haití al 1400, que es en realidad una de sus entrecalles.
En diálogo con Primer Plano Online, autoridades del establecimiento educativo reconocieron que el Consejo Escolar de Ituzaingó “se está moviendo para pedir el certificado de puerta que solicita Edenor, llegando en sus gestiones al área de Administración Pública de la Provincia de Bues Aires que es quien debe entregar la resolución de traspaso de la energía eléctrica de la empresa privada a la parte pública con el cambio de dirección de la escuela”.
Es claro que el solo pago de la deuda si bien representa un gran avance no resuelve el problema. “Más allá de abonar la factura es necesario hacer el cambio administrativo para que en adelante no vuelvan los reclamos”, expresaron con evidente preocupación varios integrantes de la comunidad educativa. El inminente inicio de clases les marca el tiempo contrarreloj. Ya debieron suspender las comisiones evaluadoras del mes de febrero por la falta de luz. “Sin energía eléctrica y sin ventiladores no podemos tomar exámenes y esta situación nos alarma, porque hay alumnos que en esta instancia se juegan el paso de curso e incluso la repitencia”, concluyeron desde los directivos con suma preocupación.