Dramática es la situación que están padeciendo 200 familias de Morón como consecuencia de la estafa que les causó la empresa Enrique Ford en la década del 60’ con pavimentos que les siguen provocando dolores de cabeza. En el medio hubo infinidad de juicios, una causa penal en la que se pudo comprobar la estafa, titulares de empresas condenados al igual que los escribanos que intervinieron. Pero la gente continúa padeciendo la incertidumbre y el temor de perder sus casas.
El tema es que la última ley provincial que postergaba la ejecución del trámite judicial de cobro es de 2016 y ya se venció, con lo cual comenzaron a llegar las respectivas intimaciones de pago. “Hubo sucesivas leyes provinciales, con distintos legisladores que ayudaron a los vecinos, pero actualmente está vencida la última ley que prorrogaba los juicios. Están pidiendo una solución de fondo. La gente tiene sus propiedades embargadas por esta deuda que llevó el valor a superar el de esas viviendas”, contó en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano la concejal del GEN Sandra Yametti.
Para atender esta problemática que requiere urgente solución, el pasado lunes se reunieron en el Municipio de Morón autoridades locales con el diputado provincial Néstor Resicco y el senador bonaerese Walter Lanaro, ambos de Cambiemos. También hubo funcionarios del gabinete de Ramiro Tagliaferro y estuvo la concejal Yametti, que previamente se había reunido con los vecinos y con la exdiputada Margarita Stolbizer.
“Es gente que nunca ha podido vender su casa, escriturarla, hacer subdivisiones, dejársela a los hijos y dividirla. Además, los embargos, que se vencen cada cinco años, periódicamente fueron renovados por quienes tienen los juicios”, agregó Yametti.
UNA SINOPSIS DE LA HISTORIA
La empresa Enrique Ford, más tarde llamada Constructora 25 de Mayo, pavimentó más de 200 cuadras del partido de Morón (Castelar, Haedo, El Palomar) Ituzaingó (norte y sur, y Villa Udaondo), Merlo y Hurlingham en la década del 60’. Durante la gestión de cobro, la firma radicó numerosas demandas en los juzgados de Mercedes primero y luego de Morón por falta de pago a los frentistas. Muchos propietarios pagaron sus deudas sin siquiera enterarse que eran demandados judicialmente, y los expedientes quedaron abiertos por más de 20 años sin tener movimiento.